En la opinión de Alfredo
• Un par de apreciaciones.
• Renuncia Leonel a Morena.
• Obras para Loreto: CMD
• La frase de la semana: Enrique Ochoa Reza.
Alfredo González González.
Ni visito ataúdes vacíos como tampoco voy a prender velas a bustos. Como lo dijo un conocido columnista. Mi Adiós al PRI fue voluntario y sin esperar remilgos esperando solicitudes de retorno.
Analicé algunos periodos de la historia Política y la hice con datos apegados a la verdad. No hay despechos ni traiciones.
Puedo tomar mis determinaciones como las de aquellos que se pegan a las siglas de un partido que es respetable como lo son todos, pero que debe evolucionar. Como en todas las cosas de la vida hay blanco y hay negro. Hay razón y sin razón. Hay inteligencia y estupidez, son las fuerzas opuestas que marca la teoría del racionalismo.
Así es que, con o sin Alfredo González en la militancia tricolor se determina el éxito o la derrota. Cuando el filósofo ateniense reconocía su propia ignorancia daba paso al principio de sapiencia, porque el ser humano debe conocer sus limitaciones.
Además las experiencias gratas o no gratas de los últimos tiempos, me llevaron a cerrar el ciclo Político. Hasta aquí hubo una apreciación con decencia, sin chungas, porque, deben los seres humanos en todos los campos de la vida y la Política no hay excepción, ser conscientes cuando llega el momento de tomar las decisiones.
Decía Don Alejandro D. Martínez que el ser humano, sean artistas, toreros o Políticos o Políticas, deben retirarse a tiempo, antes que el respetable público los despida entre rechiflas y trompetillas. Asentado lo anterior, no me interesa dar nombres porque algunas veces he dicho que el enemigo del PRI no son los opositores, los tiene adentro con sus honrosas excepciones. Ojalá, que no me orillen a dar nombres. Me despido con respeto y con comedimiento como se lo dije a mundo salgado que haya suerte yo aquí me bajo.
Ya que andamos en los asuntos de renuncias, el miércoles anterior tuve conocimiento de la renuncia al partido al que ahora pertenecía Leonel Cota Montaño, precisamente el día que llegaba Andrés Manuel López Obrador.
Independientemente de los desencuentros que he tenido con Cota Montaño, y como a mí no me va ni me viene, sus razones habrá tenido para hacerlo.
El de La Misión, no se cuece al primer hervor y algo vio en el horizonte que a lo mejor lo hizo tomar tal determinación. Repito, esto no cambia los impactos que tuvimos cuando su mandato aunque Narciso los rebasó en mucho, pero no me da ninguna autoridad moral para replicar la decisión que tuvo para irse de Morena.
Ya me imagino pidiéndole permiso a enquistados, que han estereotipado a mi otrora partido para poder dejarlo. Esperemos que nos vayamos entendiendo.
En cuestiones que aunque ardan debemos de decirlas, el pueblo de Loreto reconoció el trabajo de Mendoza Davis, porque pese a las situaciones que nadie desea, va cumpliendo paulatinamente los ofrecimientos en campaña así también como las solicitudes que ha hecho el Congreso del Estado, al hacer entrega de instalaciones de las oficinas de la portuario integral el inicio del programa, de señalización turística y la entrega de infraestructura educativa, acto fortalecido por la presencia del líder nacional del SNTE, Juan Díaz de la Torre.
Existen problemas, pero existe voluntad para ir resolviendo otros, y no flotar a la inercia.
Los ilícitos. Cualquiera que sea su origen o su gravedad, no deben dejar que crezca, y si la administración portuaria, y fundamentalmente la instrumentación de la educación, en el caso de la segunda, se fomentan y se fomentaran valores con otra idea de que somos un pueblo formado en la tranquilidad, debemos echarle por delante los esfuerzos, porque dichos problemas no se resuelven en cafeterías, en bares, o en otros antros donde se pontifica a mentadas de madre.
Mendoza da testimonios pues, de no dejarse arredrar, y, que los responsables inmediatos de la seguridad en la entidad, deben hacer supremos esfuerzos para lograr mayores y mejores frutos en un tiempo perentorio.
La frase para este viernes es: “Deben asear la casa, como ganar una elección si hay desunión”: Enrique Ochoa Reza.