ECO PENINSULAR
• Quizá con el tiempo exista civilidad Política.
• Se acaban carros completos.
• Él toma y daca premisa del debate.
• Las razones del legislador Alejandro Blanco.
Alfredo González González.
De pronto surgen alianzas. Unas parecieran hacer compadres al nazareno y a Judas Iscariote.
Otra más como mezclando el agua con el aceite y para que seguir. Clarinadas que se escuchan y que nos dicen que los males no son para siempre. Y se avizora una vez más de que el mal no es para siempre. Quienes están en el poder en el nivel federal, saben íntimamente que gobernar no es entronizarse y que la democracia se escribe con h de honestidad.
En este evento nadie está exento o para arrojarla primera piedra. El año 2000 fue decisivo, marca el sello de juegos de perversos y los cónclaves golpean la espalda del sonorense y con ello se reflejan conductas anti partidistas.
Resurgen los primeros disturbios contra el otrora hegemónico partido, sin embargo el pueblo de México habrá de tomar decisiones, por ello debe haber cuidado pero también coraje cívico.
Obviamente se habla de la desaparición de la página del “carro completo”. Lo de antes sencilla obedece a un hartazgo en situaciones que están en el marco en un pueblo agraviado. La sombra del sonorense parece que retornará a restregar en el rostro temeroso de su tragedia que corearon un grupo de pandilleros.
Junto con él, retornan Jesús Reyes Heroles quien decía: Cuando el gobierno actúa el partido reciente. También ya está en camino Clouthier y los líderes que fueron objeto de prisión por las cláusulas de exclusión y muchos otros que están frente al caldo de cultivo más condimentado que nunca.
Luchar en aras del poder no es negativo, pero hacerlo por el poder mismo es pernicioso y perverso.
Ya no tienen cabida en ningún partido político los consentidos y consentidas, apapachados y apapachadas, si el pueblo de México acepta, todas estas majaderías Políticas, entonces que no culpen a nadie, de sus propias indecisiones.
En un apartado el diputado Alejandro Blanco Hernández establecería que el problema mayor que enfrenta el gobierno corresponde al Estado y el Estado somos todos.
Los 3 mosqueteros es el libro de este miércoles. Es la trama de la corte francesa, y los 3 personajes del título en realidad son 4 que sirven con lealtad al rey: Athos, Porthos, Aramis y D´artagnan. Cada uno de ellos simboliza una virtud y la más subrayada es la del idealismo y la fraternidad que representa D’ artagnan.
Estos valientes luchas contra la intriga palaciega del cardenal Richeliu, conocida como su eminencia gris y que en la vida real llevó el nombre de Juan Armando Dupleiss, tormentoso que se dedicaba a poner en riesgo la armonía de la reina con el rey. Triunfa la lealtad de los Mosqueteros… la segunda parte de la obra es del mismo autor y se titula “La Máscara de Hierro”.
El pensamiento de hoy es: hacemos hincapié en un punto que tocó el diputado Alejandro Blanco Hernández la semana anterior, donde estableció un promedio de 300 mil crímenes más o menos en 5 sexenios anteriores pero que incluye a Salinas de Gortari.
Dijo que teníamos un problema de Estado y en consecuencia al Estado le corresponde resolverlo, eso sí con el concurso de toda la sociedad. Agregó que no es cuestión de partidos ni de siglas, ni de colores, a todos nos debe de interesar por igual.
Y si se valiera el chascarrillo brusco diremos que en una ocasión, iba un ciudadano amputado de los dos brazos. Como suele suceder una persona que padecía de gastritis soltó una flatulencia silenciosa. Obviamente y como un acto reflejo los pasajeros del autobús se llevaron las manos a la nariz y boca, no así, el que no tenía las extremidades superiores.
Lo único que le quedó al inválido de sus brazos, fue gritar: ¡No me lo dejen solo! ¡No me lo dejen solo! ¡No me lo dejen solo!