ECO PENINSULAR
• La libertad de expresión es una garantía en Los Cabos: de la Rosa Escalante.
• Sobre las preseas tal vez sea la solución.
• Mensaje de Mendoza Davis.
Alfredo González González.
El sentir popular expresa: Las obras son amores y no buenas razones. Deriva de lo anterior que el ingrediente esencial que debe tener un buen Político debe ser la credibilidad.
Una muestra de ello es la expresión que dice en la parte sur de la península. En el sentido de que en Los Cabos está garantizada la seguridad, así es. Los acontecimientos acaecidos en hechos de sangre pudieran establecer lo contrario, pero es válido preguntar: ¿Es en este trienio de Arturo de la Rosa donde los delitos menudean, o es que ya existían pero no habían surgido a flote como en el presente?
Y otra más: Los incrédulos de que la actitud municipal del presente está actuando con cordura, podrían establecer la petición de que un médico forense pudiera determinar qué tiempo tienen esos sepulcros clandestinos. Por ello es importante evaluar con toda justicia la entrega de 30 patrullas a seguridad pública municipal, y a la dirección de tránsito, para que, estén supervisadas las comunidades de la Rivera, Santiago, Miraflores, San José del Cabo y Cabo San Lucas.
De la Rosa puso como testigo al señor gobernador del Estado quien se mostró satisfecho porque esta acción podrá evitar de acuerdo a las circunstancias que se presenten un buen número de ilícitos que pueden o pudieran presentarse en un tiempo perentorio.
Por lo pronto, la administración pública cabeña, instrumenta un factor más que podrá coadyuvar en forma importante en la prevención de los delitos, entre ellos, precisamente que esté seguro el derecho a la libertad de expresión.
Administrativamente y Políticamente, también sería importante señalar, que, denota lo anterior que hay unas finanzas sanas, y que el dinero recaudado es proporcional a la obra que se va realizando que se extiende hasta la educativa, certámenes estudiantiles y otras que se van sintiendo paulatinamente en el territorio gobernado por Arturo de la Rosa.
El aspecto deportivo que al inaugurarse una cancha de basquetbol, lleva el nombre de “Jesús Aragón Ceseña” con el que fui compañero de quinteta en el baloncesto y hace algunos abriles. En un principio pensé que se trataba de su señor padre Don Jesús Aragón Montaño, presidente municipal de la vieja hornada y que esa vida municipal fue cercenada en los años 40’s. Hoy son otras épocas. Sirvan estos últimos renglones para saludar al “Cucho”, entendiendo que en su honor se le puso ese nombre.
En cuanto a las medallas recientes, el próximo martes, o sea mañana, haremos un recorrido precisando algunas cosas más sobre el nacimiento de este certamen que se inició en los años 70’s por Don Hugo Cervantes del Río y nunca reparamos que era un verdadero caballo de Troya. Por lo pronto ya se entregaron.
Él hubiera no existe, pero sí es necesario que desde ya, quienes van a dar legalidad a la entrega de recepción, piensen en que se pueda formar una comisión mixta con representantes del Congreso. Empresarios, comerciantes y otras gentes de las fuerzas vivas y que desde ahora se desvistan de credos Políticos o religiosos que piensen con el cerebro y no con los intestinos, que no porque u periodista me combatió hay que partirle el eje, que haya alteza de miras y que se valore lo poco pero de calidad que tengamos.
Como un avance les diremos que la primera medalla instituida oficialmente fue la de “Ignacio Bañuelos Cabezud”. El consenso arrojó que se le entregara a Chayito Piñeda de Bañuelos, y se celebró el acto en la cabaña del hotel Perla. Presidida por el gobernante Cervantes del Río. El siguiente año, ganó la presea de oro, el luchador social que sacó al periódico precisamente al Eco de California, a las luchas cívico-sociales.
Esa medalla se entregó en lo que es el frente del hotel Perla. La tercera medalla se entregó en el restaurante del aeropuerto Manuel Márquez de León. Y ahí continuaremos mañana martes.
Las frases que hacen vértice han sido: No creo haber hecho tanto, para merecer tanto. “Domingo Carballo Félix”.
“Yo no quiero haciendas, no quiero rosarme con los perfumados.” (Emiliano Zapata Salazar). Y la última: “Nunca tantos, le debieron tanto, a tan pocos”. (Winston Churchill).