ECO PENINSULAR
• Se busca febrilmente la médula de la política.
• Los escándalos hacia el macizo producen escepticismo y desconfianza.
• Más evidencia: Otra casa blanca del jefe de Tláhuac.
• ¿Qué más brotes se van a presentar?
Alfredo González González.
Quizá la búsqueda más febril de los actores Políticos, la practican los que han fallado, aunque estén todavía brotando, según datos de una encuesta nacional que espantan porque los responsables son los “adalides” que dicen hablar de arreglar las cosas como los nuevos mesias.
La mirada está centrada en el delegado de Tláhuac que se le señala una propiedad, una nueva casa blanca, en un predio de 60 mil metros cuadrados y que para su sostenimiento le alcanza entre 27 o 40 mil pesos mensuales. Que pase la receta.
El caso es que, consideran al señor delegado con un 57% del rechazo y un 43% de aceptación. En buen romance quiere decir que no las trae todas consigo.
Por ello la búsqueda de la credibilidad es tan febril como la búsqueda del santo grial.
La incredibilidad salpicará abundantemente al proceso electoral que está a la vuelta de la esquina. Nos espanta el hecho de lo que falta por venir una es clara, habla del delegado de Tláhuac pero no se menciona su militancia en “Morena”.
No es sorpresa que exista credibilidad, desconfianza, aversión y esto tampoco es descargar culpas de quienes han sido las mechas encendidas (PRI), sino que se afianza aquello de que, tan cabrones son los pintos como los colorados.
La evidencia más reciente es la casa blanca del delegado de Tláhuac, y consecuentemente esto es que, se habla de despilfarro y también de la entrega motu propio de 2 delincuentes a la DEA y coincidentemente empezaron a surgir gentes muy conocidas como cómplices o personas involucradas en delitos fuertes.
La pregunta es ¿La nueva casa blanca de Tláhuac hace o es la punta de otra madeja que habrá de desenrollarse impactando cada vez más a la opinión pública? Este hecho, tampoco borra toda rapiña y demás vicios de otros partidos que difícilmente se olvidarán sus travesuras.
Me atrae la atención que en reciente asamblea tricolor, se dejó escuchar que existía la probabilidad que del próximo candidato a la presidencia y a otros puestos de elección popular, pudiera ser personas que no pertenecieran a ningún partido Político, esto es, candidatos independientes.
Figuras de gentes que no tienen cola que les pisen y había que reflexionar también las posturas que tomarían los diversos institutos Políticos.
Seguramente y de acuerdo con las circunstancias actuales y aun concediéndoles el beneficio de la duda a quienes son señalados como delincuentes o presuntamente como tales, el mar de la Política empieza a levantar un oleaje que pudiera ser de resultados muy reservados.
Todo esto va y converge a una sola cosa: Amasar fortunas incalculables, lo que es peor, fortunas que alcanzarían para mantener y darle lujo a 3 o 4 generaciones, evitándoles de antemano a los hijos de los hijos de sus hijos el llegar a la meta con esfuerzo, estudio, honradez, sentimiento cívico de amor a la Nación.
Cada quien quiere tener su cueva de Ali Babá, no importa que para ello caigan gentes inocentes y se comentan los más reproblables crímenes. No van en buscan del santo grial, van en busca del oro, ese oro enterrado por el Rey Midas que finalmente le salieron orejas de burro.
La justicia debe ser inflexible, cualquier larva que sobreviva a esa acción, volverá a multiplicarse y esto es el cuento de nunca acabar.
No hay escepticismo. No fijamos una postura personal periodística, por el prurito de hacerlo, porque ahí están los testimonios a la vista de la Nación y del mundo entero, quienes comprueben inocencia que bueno, quienes no, deben pasar enfrente de la espada y la balanza de la dama con los ojos vendados, que no ve a quien va a castigar, sino que siente cuando hay delito y debe erradicarse.