En la Opinión de Alfredo

Temas diversos.
Alfredo González González.
El jueves anterior, tuvimos un buen sabor de boca al escuchar y observar a dos hombres jóvenes, uno que va como abanderado Independiente, buscando la gubernatura, creo que apellida de la Rosa Escalante y el otro en pos de la Presidencia Municipal de La Paz según tengo entendido por Morena. En ambos casos se manifestaron con toda propiedad. Benjamín de la Rosa busca no solamente el dialogo con la gente, sino también con los demás actores Políticos. En tanto al de Morena establece con un criterio adecuado que no es posible sustraerse a los problemas del Municipio de La Paz y que primero va observar y establecer estrategias para decirla a la gente como y para qué quiere ser presidente municipal. Se advierte madurez y entusiasmo, ingredientes esenciales de todo Político que no va buscando el poder por el poder mismo, sino para servir. Benjamín es hijo de un viejo luchador al que me ligó una amistad entrañable, Gerónimo de la Rosa y al otro aspirante, Polanco, me ligaron buenos afectos con Alfredo Polanco Holguín y con Victoriano de los mismos apellidos, creo que el proviene de estas raíces. Buena suerte y sigan dando efectos de civilidad.
En otro orden de cosas y en un cambio de nombres, se escucha con insistencia, pese a la lejanía física con el Municipio de Mulegé que existen muchos factores para que el ex diputado local abanderado por Nueva Alianza pudiera dar la sorpresa en el municipio de Mulegé. Felipe Prado Bautista tenía trabajando así alrededor de 18 meses, reforzando afectos y amistades que pudo cultivar como legislador que dicho sea de paso, lo hizo con decoro y una entrega intachable. Hemos dicho que los cachanias suelen dar sorpresas como aquella elección para seleccionar al candidato al único Diputado que teníamos derecho cuando el Dr. Adán Velarde y Oaxaca ganó al candidato oficial. En Política se cosecha lo que se siembra y Felipe ha sido buen sembrador. Estaremos atentos.
Pasando a otro tema pocos conocen el ejemplo de supremo sacrificio que llevara a cabo Arturo Monroy Méndez un joven paceño que se sacrificó por la vida de Lucio su hermano cuando al incendiarse la unidad móvil, Arturo fue a rescatar a su hermano y el incendio lo arropó. Arturo de los jóvenes que se reunían en el jardín Velasco y no le caía muy bien a la palomilla, porque era impecable al vestir y calzar. Era hijo de Don Lucio Monroy y de Doña Elvira de Monroy el primero originario de Colima y la dama de la ciudad de La Paz. Arturo era de los que se iba en taxi al Coromuel mientras otros lo hacíamos a pie, era del que gustaba de la cajetilla de cigarros americanos y al llegar a la perdida playa del balneario extendía la toalla y con displicencia empezaba a fumar, observando la grandeza del mar de california. Arturo no sobrevivió a las quemaduras y a cambio su hermano Lucio las supero. Ya de adultos cultivamos una amistad con Lucio y Mauro este último fallecido en la flor de su juventud. Era maestro de la UABCS. El mensaje es de la grandeza de alma que guardaba Arturo a pesar de esa fina arrogancia, que él desde luego no hacía caso porque predominaba en él y una fraternidad a toda prueba. Damos las gracias a Don Raúl Olachea Lucero por recordarnos a este personaje que no supo de odios ni ventajas y que si, cambio ofrendó su vida por lo de su hermano. Un saludo para Norma la hermana menor a quien seguido cambiamos impresiones en los espacios de una tienda de autoservicio.
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