ECO PENINSULAR
• El primer día después del preámbulo al sexenio.
• Las luchas intestinas lamentables.
• California gráfica, espíritu de sudcalifornidad.
Alfredo González González.
Hace 6 años, las nostalgias se mezclaban con la alegría, de un sexenio que se estaría 150 días después, del evento más importante, las elecciones presidenciales. Se estuvo insistiendo en que el poder público más elevado que pueda existir en este país, llegaría quien obtuviera el mayor número de votos y así parece apuntarlo el personaje de Morena que iniciaba el conteo con un elevado porcentaje y aunque no sea una verdad absoluta, esta entrega no puede ser absoluta ya que se escribe varias horas antes de consumar la elección.
Llegó el momento desde las 8 de la mañana del día hoy lunes y por Morena estaba Andrés López Obrador, siguiéndole de cerca Ricardo Anaya y muy cerca también José Antonio Meade.
Hemos dicho que los hechos electorales deben llegar a la ciudadanía con civilidad, siempre pugnando porque la sangre no llegue al río. Esperamos que este día hayan amanecido con una calma que nunca será completa aunque si relativa. Hoy domingo primero de julio esperamos que el único estallido que se espera, son los colores multicolores cayendo ladinamente y satisfecho con los resultados, al menos debe haber el conteo porque la vida del ser humano es lo más valioso que se tiene.
En tanto hay quienes como en Guerrero, Puebla y otros estados, que se han pensado estar por encima de la ley y han cometidos delitos que piensan que estar por encima de la ciudadanía que ha esperado que estos tiempos sean mejores y que se llegue a una positiva posición.
Hasta el último momento, el INE ha mostrado confianza en las instituciones electorales, seguramente la estructura gubernamental, habrá de hacer lo mismo, porque un pueblo como este necesita progreso, bienestar, civilidad y poder marchar con paciencia y confianza, hacia un destino mejor.
Hemos caminado durante muchos años cada vez con mejores esperanzas y mayores y afanes, muchos años que se inician hacia la década de 1910 y que buscan cada vez más la perfección o el forjamiento de una democracia integral, están por delante nuestros padres, nuestros hermanos y los hijos de nuestros hijos.
En tanto “Qué tiempos aquellos”, Un título subjetivo para quien lo escribe. Nuestro amigo Víctor Octavio Castro Cosío. En forma amena relata el oriundo de boca de la sierra delegación de Boca de la Sierra, delegación de Miraflores, Municipio de Los Cabos, donde relata amenamente, de que fue enriquecido su bajel de la circunstancia de la existencia de seres humanos de la nación Guaycura, todo esto ahí por el rancho del aguajito, donde se encontraban algunas piezas del Neolítico superior como manos de metate y otras. Pero no tendría caso transcribir lo que usted puede encontrar en la revista Calafia número 147 que ya está en circulación, la contraportada está muy sugestiva con la fotografía de la señora Gabriela de Mendoza y una mujer que acaba de dar a luz, al pie de la fotografía dice: “La mujer pieza fundamental para el desarrollo de la familia: Gabriela de Mendoza”.
La anterior gráfica, explica por sí misma la importancia de la mujer en estas latitudes y como pieza angular de la familia, destaca doña Armida, el pilar básico que desde tiempos que se remontan a muchos años atrás, ha sido el alfa y omega que es la familia la célula fundamental de toda organización social.