ECO PENINSULAR
Alfredo González González
Los factores de distracción en política.
En un afán por atraer los reflectores el Ejecutivo Federal realiza trámites que por más mal que le fuera, vuelve a ser foco de atracción de la opinión pública nacional, solicitando al líder mundial de los católicos y al Rey de España, disculpas a México por la serie de abusos que cometieron con la presencia del conquistador.
La jugada le funcionó al cincuenta por ciento porque la publicidad que recibió en sentido crítico en contra.
Hacia 1821, después de trecientos años de dominación española se firmaron los acuerdos de Córdoba. Siendo Virrey, Don Juan de O`donojù. Quizá ese hubiera sido el momento que los descendientes de los hispanos de ya avanzado el siglo XV en un acto protocolario hubiesen establecido con diplomacia lo que era menester.
Ahora bien, Cortés era un hombre cultivado. Había egresado de la Universidad de Salamanca, pero en una aventura similar se hizo acompañar de bandoleros, enfermos de tuberculosis, sífilis, gonorrea y otros males que por circunstancias se arraigaron en el continente. Uno de los más sanguinarios fue Pedro de Alvarado quien ordenó la matanza de indios en el Templo Mayor en ausencia de Cortés. Se llevó prisionero a Cuauhtémoc, rumbo a las Hibueras (hoy Honduras), pero como se le fruncían los calzones frente al águila que desciende lo asesinó ahorcándolo. Ese sería uno de los hechos más proditorios que se le conocen.
Hoy cuando se le piden las disculpas al rey de España no deja de ser una ofensa para los españoles. Entonces pensé: en mi caso tendría que ir a la comunidad del Rosario a exhumar los restos de mi abuelo materno, Atilano Sánchez para que me pidiera disculpas, y esto está medio cabròn.
Yo creo que si lo que requiere el Presidente es una verdadera y auténtica publicidad para fragmentar los sinnúmeros de análisis críticos serios sería también que le exigiera a Trump que nos regresara más de dos millones kilómetros cuadrados que comprendían los estados de Alta California, Nuevo México, Arizona.
También debía de pedirle al Presidente de Guatemala que ofreciera disculpas por haber ametrallado barcos pesqueros mexicanos ordenados por Miguel Ydígoras Fuentes en el año de 1959. Debía de ser reiterativo con el señor Trump que se disculpe con los mexicanos por aquellos letreros infamantes que aparecían en cines, restaurantes y otros donde se leía: SE PROHIBE LA ENTRADA A PERROS A NEGROS Y A MEXICANOS”. Así como el ejemplo vivo del racismo con la elevación del muro, el segundo de la ignominia separando a hijos de sus padres, etc. Pero como dice el dicho coloquialmente, la zorra bien sabe en el árbol que se encarama.
Lo anterior quiere decir que si la Malinche hubiera vivido, (quien parió el primer mestizo de América), Trump hubiera llevado la soga y López Obrador la hubiera jalado.
Todas estas cosas suceden por un desmedido protagonismo y no dejar que sus colaboradores le informen o no permitir que el servicio diplomático exterior le valore los pasos que va a dar. Hacemos hincapié, respetamos su libertad de expresarse, su potestad de la República, pero en lo que no podemos tener consideraciones es que nos sitúe en la vitrina internacional y dar paso a críticas que caen en la chunga y en la mofa. Amén.
Con respecto con la petición hecha al Papa, reconocemos que hubo gentes como Torquemada, quien era un sádico, el Santo Oficio que tenía de santo lo que yo de astronauta y un sin fin de gentes que en el siglo XVII también cometieron sus fechorías cuando llegaron los jesuitas a Loreto y antes Isidro Atondo y Antillòn quien amedrentó constantemente a los indios Guaycuras.
Fue gobernador de Sinaloa. Pero debemos de reconocer la labor ministerial de Fray Bartolomé de las Casas, Toribio de Benavente y Vasco de Quiroga cuya bondad espiritual y su caridad son inobjetables. Pero pedir disculpas por pedirlas sin sopesar como lo decía Ortega y Gasset del que el ser humano es producto de su tiempo y sus circunstancias.
El pensamiento del día:
“YA SE DIJO: NO SON CRÌMENES DE ESPAÑA, SON CRÌMENES DEL TIEMPO.”
P.D. El lunes les platico del asesinato de un pescador en San Felipe, B.C. por un elemento de la Secretaría de Marina.¿Quién irá a pedir disculpas?