En la Opinión de Alfredo

• Alfredo Ruiz: ¿Usted lo conoce?
• ¿Hasta dónde ha llegado el valor del excremento?
• La salud: Debe preocupar a los candidatos.
• Lo peor que nos podría pasar.
Alfredo González González.
¿Conoce usted a Alfredo Ruiz? Hasta donde tengo conocimiento el publirrelacionista de la persona que dirige la delegación del ISSSTE es difícil de localizar. Pero parece disfrutar de los espacios, a menos de Raíces. Como dicen los rancheros de mi tierra, es como la piel de las liebres, muy resbaladizo y el día que se piensa que podemos dialogar, su secretaria contesta con el estribillo de todos conocido: Voy a ver si se encuentra. A los 20 segundos retorna y dice candorosamente: “Fíjese que pasó a una junta con la delegada…”
En otro orden de cosas, en conocido programa vespertino, caso cerrado, nos enteramos recientemente, que ahora resulta que el excremento tiene propiedades terapéuticas y observamos dentro de los testimonios a un sujeto sumergido del rostro todo embarrado con el desecho de su digestión porque al decir, lo hace sentir bien. Hasta donde el ser humano ha llegado. Obviamente su esposa lo demandó. Imagínese usted lector cuando el sujeto de marras desea darle un beso a su compañera, resulta todo un problema. Aunque ampliando el problema de este matrimonio, hay muchas formas de comer caca.
Ojalá que los diversos candidatos a puestos de elección popular. Tomaran nota de la preocupación de muchos derechohabientes del ISSSTE inquietos porque se parece de una sala de lo elemental en la clínica Carlos Estrada Ruibal para casos de urgencia Ya que el hospital general para, quienes viven de la bravo hacia el norte, al oeste o al sur cuando menos a 50 cuadras o más significa un problema el carecer como dijimos de un lugar donde se atienda una urgencia. Es conveniente que los candidatos se entrevisten con los derechohabientes y se percaten para surtir un solo medicamento se debe trasladar hasta el otro extremo de la ciudad. Hemos valorado los avances de la institución, pero parece que no hay interés y el publirrelacionista únicamente le trasmite a la autoridad superior, lo que pudiera significar tranquilidad y satisfacción. Un buen publirrelacionista debe cuando menos entregar el fruto de su trabajo a la autoridad inmediata superior, para que esta pueda obrar en consecuencia. De lo contrario se verá hipnotizada en una caja de cristal donde quienes son los encargados de las genuflexiones, lo tendrá acceso a algo que ya empieza a calar a la derechohabiencia. Estamos por iniciar una investigación que hace algunos meses hubo uno o dos decesos con pacientes que llegaron con un problema mayor. No lo estamos afirmando si no que fue un comunicado oral de algunas gentes que así no lo comunicaban. Por lo que sea más vale tapar el pozo antes que se ahogue el niño.
Finalmente, y observando cómo se van inflamando, el proceso electoral, recordamos el acontecimiento cuando Narciso fue electo gobernador el triste célebre personaje autorizó que camiones de servicio urbano fueran hasta Comondú, para transportar gente inocente para darle forma a su entronización, cuando está prohibido por transito Federal que el uso de estos camiones en su nombre lleva su acciones, son de servicio urbano y no en traslados de carretera Federal. El resultado fue que al retorno a sus lugares sufrió un accidente donde murieron algunas decenas de personas entre ellas niños. Recuerdo que Anselmo Romero Lucero que en paz descanse me dijo: Un sexenio que se inicia con sangre, termina con sangre. El epilogo fue la muerte de Antonio Alcantar. El relato viene a colación porque hacemos votos sinceros que la pasión desbordada no vaya a compulsionar actos de los que nos podamos lamentar. Se requiere de mucha prudencia, de reflexión, sean pintos o sean colorados, para no echarle gasolina a un fuego cuya llama parece ir creciendo día a día.
Que las horas que falten para ir a las urnas no hagan crisis para que la gente emita su voluntad. Que así sea.