ECO PENINSULAR
Alfredo González González
Ley de movilidad
Los apagones y las zonas fronterizas nos tienen fritos
Reaparece la figura del centralismo
Una anécdota de los viejos tiempos.
Con le Ley de Movilidad en la que todos tengamos la oportunidad de seleccionar el servicio que establece la ley de la oferta y la demanda, se habrán de mejorar tarifas, unidades y además. Así entendemos la Ley de Movilidad, según expresiones del legislador Rigoberto Murillo Aguilar. Esto no es cuestión de partidos, sino de beneficios a los usuarios.
Por otro lado, los apagones y la zona fronteriza que como lo manifestó Mendoza Davis, es inequitativa y representa un impacto a la economía familiar. No dejemos por un lado las tarifas sobre el consumo de luz y el costo de combustible que nos tiene atenazados. No puede faltar la cereza del pastel que consistió en el retiro del apoyo de mil millones de pesos que darían al gobierno de Estado para el cable submarino.
En una sociedad organizada, deben de formarse grupos de emergencia sin distingos de clases sociales o partidos políticos para apoyar las peticiones que se han solicitado sobre todo en las prioridades de luz, zona fronteriza, cable submarino.
Por esto se luchó por un Estado Libre y Soberano, integrados al Pacto de la Unión para evitar los olvidos de que también los sudcalifornianos somos mexicanos de primera y no de segunda. El centralismo nos ahogó por muchos años. Por muchos años se pretextó que no teníamos gente preparada. Sin embargo, en el año de 1920, el presidente interino Adolfo de la Huerta, ordenó un plebiscito, ganó el profesor Agustín Arriola Martínez quiencontendió contra el Coronel Urbano Angulo, esto tuvo como consecuencia enrumbarnos incipientemente hacia el pato federal.
Transcurría la tarde de otoño y la parroquia no parecía animarse. De pronto, inició la charla Don Fidencio Romero Higuera. Nos dijo que nosotros no sabíamos nada del pasado. Por ejemplo, los centros de baile que recibían los nombres de: el Dios te libre, el Tobillo y otros tan certeros entre la expresión del verbo cultural.
En una ocasión dijo nuestro personaje se dirigió a sacarle lumbre al suelo. Al levantar la mirada, observó un letrero que decía: prohibido tirar colillas, aclarando que la superficie del terreno era de tierra.
Agregaría Fidencio que al preguntarle al propietario el porqué del letrero, se dio este diálogo -¿Por qué ese letrero?Y la respuesta fue: -porque las bailadoras andan sin zapatos.
Imagínese lector el tormento para las bailadoras, no sólo tenían que soportar los pisotones, sino también las quemaduras de las colillas. Esos ratos también eran aprovechados para aprender. De joven, Fidencio Romero,fungió como ayudante del General Félix Ortega Aguilar en su rancho Las Playitas de la Concepción, registrado por cierto, en la historia regional ya que una noche de julio de 1913, en desacuerdo con la dictadura, el General Ortega lanzó el Plan de las Playitas, esa misma noche, la brigada orteguista se dirigió a la plaza del Triunfo para organizar los otras escaramuzas.
Es justo mencionar que muchos hechos registrados en nuestra historia o no se relatan o bien son muy mezquinos en los espacios en los que se discuten. Con el poema Calafia, y debo decir con honestidad, que es un poema con todo el sentimiento de un hombre que ama a una tierra donde no nació, como Fernando Jordán Juárez. Muchos tomaron hasta enésima potencia el concepto caballeroso y estético que encierra dos renglones de Fernando que le dice al conquistador: “Si en la persecución de una ilusión no hubo mejor escala para tu nave/quédate aquí, yo te la entrego… (SIC). Si se entiende, el espíritu de Fernando Jordán, eran los conceptos del indígena un acto de cortesía, pero nunca de entrega sujetada y engañada. Los conceptos de que ven, yo te entrego la tierra, fueron aprovechados por aquellos que querían quedar bien cuando el gobernador fue Hugo Cervantes del Río.
La frase de este día:
La memoria es la inteligencia de los pendejos
Recordar la historia es no perder la identidad.