Alfredo González González.
C.- uando el procedimiento inductivo de la correlación, fluyen como efecto de una causa, rememoramos a un personaje polifacético, porque era Político, pintor, inventor y Guerrero: Sir Winston Churchill, el celebrado León inglés quien al ser nombrado primer ministro de la Gran Bretaña en pleno fragor de la segunda Guerra Mundial y ante un Londres hecho ruinas, su primer acto oficial fue dirigir a los ingleses a través de la BBC de Londres: Solo sudor y sangre puedo ofrecerles. Vamos a pelear en los mares, en las islas, en los villorrios, pero nunca, nunca jamás nos daremos por vencidos. (SIC)… Fue tal el efecto de su participación que levantó la moral del pueblo inglés hasta la victoria.
I.- ndicativo que la convicción y reciedumbre de las gentes también radiquen colocar los vocablos en forma mesurada, con educación, pero con firmeza, con formas pero sin debilidad, porque el histerismo verbal en aras de un objetivo no tiene sendero por donde transitar.
M.- ás allá de lanzarse en pos del poder por el poder mismo, la inteligencia debe precisar los perfiles de los pueblos y tener las herramientas susceptibles de afinar lo deseable. Lo que urge, lo que el ciudadano pensante reflexiona sobre lo que es mejor para las clases populares y no ventilarse como actores de aquellas viejas vecindades del DF, donde las doñitas debatían sobre pisotones de honras y dignidades familiares.
A.- sí, no olvidemos los años de esfuerzos de quienes nos antecedieron y que posteriormente familias directas entendieron y aplicaron lo que el pueblo deseaba. La Política no envejece, cuidemos que la decrepitud adelantada nos arrope.
R.-icardo como Carlos vienen de buenas raíces. Cada uno de ellos tienen sus seguidores, y ellos, sus razones para aspirar a la silla central de palacio de gobierno. Pero por favor que esto no se convierta en algo que nadie quiere y que debe elevarse por encima de los testimonios de universitarios. “Háganlo, el pueblo sabrá agradecerlo.
R.- aíces que con su savia dieron fruto, maduraron sus afanes y muchos años después Don Félix Agramont y Don Ángel Cesar se juntaban como verdaderos hermanos. De ello puedo dar testimonio.
O.- jalá, que aunque no se vistan los mismos colores ni porten las mismas siglas, se profesen al respeto reciproco. No les tocó vivir cuando el centralismo nos ahogaba. Gracias al esfuerzo de muchos californios se avanzó. No nos decepcionemos, dignifíquelos con las propias actitudes.
N.- o puedo dejar de decir esto: Esperemos que haya tiempo para que ofrezcan la creatividad de sus pensamientos y las metas que se proponen alcanzar. Esperamos sinceramente que llegue el día en que volvamos a decir: Ojalá algún día, volvamos a ser hermanos.