ECO PENINSULAR
Alfredo González González
Las causas y efectos de una política rupestre.
Serios señalamientos se vienen haciendo en lo referente a los bochornosos sucesos en el palacio legislativo local, que afortunadamente no llegó la sangre al rio.
De los más ásperos que se han hecho es que acciones del exterior que traían otras instrucciones a la entidad se inmiscuyeron en la Ley llamada de Movilidad donde particularmente pienso que existe un error y hasta un pecado capital llamada egoísmo y la más expresiva de las cobardías al no encarar la libre competencia en beneficio de quienes demanden el servicio. Y en esta causa, pilota la nave del divisionismo, la fracción de las fracciones, quedando el pueblo como los testículos de los porcinos que siempre se quedan atrás.
De esta manera, se propicia una agitación interna, que dicho sea de paso, acusan al Jefe del Ejecutivo Estatal de haber propiciado el ambiente de mal olor que priva en la cámara local. Pero el otro temerario piloto lo encabeza, así se dice, (y estoy a la disposición del derecho a réplica), que Castro Cosío, en lugar de solucionar cosas que faltan en el Estado, ha querido meter la mano titiriteando a algunos legisladores, ya ha habido casos vergonzantes, como el del fraude de una cantidad de más de 300 mil pesos y otras que verdaderamente no tienen nombre, como la aparición de facturas, nada de esto tuviera algo que ver, pero existe la coincidencia que dice que la documentación está a nombre de una familiar del querido maestro Esteban Ojeda.
Toda esta parafernalia, fue el efecto de la turbulencia legislativa, porque ambos tienen la experiencia del que se topa con una piedra, no se encuentra con la misma y así es Cota Montaño.
Por otro lado, Víctor Castro tiene la astucia de la zorra y la inteligencia suficiente, previo ofrecimiento para aplicar sus influencias con AMLO, recibió a cambio el apoyo de quienes se suponen representan a este pueblo.
Pero el problema no llegó hasta aquí, sino se apuntó la señora Armida Castro Edil cabeña, quien apoyó a los instigadores del borlote, asignado 200 elementos de seguridad.
Pero hay que ser franco, algunas personas y con justa razón, van queriendo progresar en su carrera. En el caso de los políticos es otro su proceder: se auto-alientan porque aunque no tengan alguna oportunidad, algo abrigan en su interior.
Si se analiza a fondo esta situación, se llega a la conclusión de que dos personajes pueden lograr que un porcentaje de la opinión pública, o bien de masas populares enardecidas, puedan construir un trabajo legislativo que no ha prosperado, por las razones que fueren, y muchos menos por culpa de novedosos vehículos de alquiler que son garantía para el usuario.
Lo anterior también establece el pensamiento, de las izquierdas radicales, especialistas en la desestabilización, podrán razón en muchas cosas, menos en todo aquello que no se imponga la necesidad de que mueran inocentes. Hemos visto un bajo porcentaje de ofensas en contra de la investidura del ejecutivo estatal. Hay una frase muy celebrada es de Manuel Márquez de León: la ofensa no es para quien la reciba, sino para quien la infiere injustamente. Podríamos enumerar las obras de norte a sur y para que nos baje la bilis, vamos a dar una vueltecita al malecón de La Paz.
La anécdota:
Conocí a un viejo maestro retirado llamado Gonzalo Carrillo Castro, por las tardes nos encontrábamos en un restaurante. Una tarde, al son de unos sorbos de café hirviendo, me dijo:- mira Alfredo, aquí hubo un capitán del puerto, llamado Rosendo Robles Villa, sin lastimar su memoria, el Capitán Robles, era un buen hombre, que por cierto una escuela lleva su nombre. Más adelante expresó que el Capitán tenía un gran amigo y que le había dicho, palabras más, palabras menos, “siendo Usted la primera autoridad portuaria, anda con una novia tan fea. El capitán le contestó: mira!, a mí la gente me dice el chango Robles. A la familia de mi novia le dicen los “chiludos”. Bueno, le contestó el amigo, y que ¿hay con eso? Y el chango, finalmente se levantó y le dijo, “pues a nuestros hijos les van a decir changos chiludos.
El versito:
SE TRATA DE UN HOMBRE NOBLE
NO ERA PORTADOR DE LA SAL
ASÍ ERA ROSENDO ROBLES
UN CAPITAN DEL PUERTO
QUE TUVO ACTOS HEROICOS
AL SALVAR A LA POBLACIÓN.