ECO PENINSULAR
• Las omisiones en política son reales. • La parafernalia de la movilidad: Trasfondo político. Así trabaja Leonel. • Acciones preventivas: Tres instancias. • Mendoza Davis se lo dijo, no se lo mandó decir.
Alfredo González González.
Las omisiones en política suelen presentar actitudes ariscas y faltas al protocolo en un acto republicano. Siempre hemos tratado con comedimiento lo que a juicio personal no son convenientes para la presidenta municipal de Los Cabos. Señora Armida Castro Guzmán.
De las primeras sobrestimaciones que hizo fue cuando se habló de los recortes presupuestales. Palabras más, palabras menos, la señora diría: Yo no tengo ese problema porque tengo trato directo. Sus razones tendrá para decirlo, sin embargo subestima a aquellos municipios donde con mucho esfuerzo como en el caso de Felipe Prado Bautista.
La segunda que podemos anotar fue la referente a que, directamente o indirectamente estaba apoyando lo que las redes criticaron enviando desde el sur del Estado a 400 personas, algo así como unos porros que venían a asustar con el petate del muerto.
La razón se puso de lado de quien la tenía. De esta manera Doña Armida entra al catálogo de aquellos aspirantes que en lugar de unir dividen. La tercera fue, la muy observada y comentada actitud de la señora presidenta que omitió a la figura central de su evento de informe, sin presentar al titular del ejecutivo estatal. Lo cortés no quita lo valiente.
Si la señora Armida está con los monopolios o se sobrestimó por las declaraciones de Don Leonel que lleva el mismo rumbo, jamás se imaginó las respuestas de quienes en todo caso son afectados en mayor o menor grado.
Empezaba a mostrar sus orejas el lobo, perdón, quise decir el león. Creo que la conducta política no debe ser tan áspera sobre todo en tratándose de la titularidad del poder ejecutivo en el Estado.
Por el otro lado, las acciones en aras de la salud presentan un buen espectro porque están coordinando sus esfuerzos gobierno federal, estatal y ayuntamientos. Es fácil comprender que la salud no tiene distingos de credos y colores. Reconozcamos que es una cosa positiva.
Tocante a las declaraciones de Cota Montaño en el sentido de que, felicitaba a la contraparte de quienes buscan dar un mejor servicio en la transportación. Mendoza Davis criticó el hecho de que un ex gobernante, cimente acciones en cochupos electoreros.
No se lo mandó decir, lo expresó ante la opinión pública. Con todo respeto preguntamos a Don Leonel: ¿Hubiese sido la misma declaración de Cota Montaño si la contraparte hubiera sido la del “triunfo”? Me quedé asombrado por esa cautela que había observado durante cerca de 20 años y que se derivó de aquel párrafo que le adornaron “que 20 años no es nada” (sic).
Inclusive habíamos pensado le había llegado la madurez, pero no fue así, ya que su presencia en la entidad obedecía a una coordinación de esfuerzos y no a buscar la división y encaminar alfiles y en este evento no puede existir la serenidad de políticos ponderados.
Concluye el 4to informe y los últimos en abandonar el escenario también opinaron que había sido un documento objetivo y con credibilidad. Otros más empezaron con sus chascarrillos que dieron forma al versito del día.
Una epidemia de istmol,
Se dijo que era el esófago,
Resultó ser del estómago,
Al concluir el 4to informe,
Se acabó el pepto bismol,
Está revuelto el apiario,
Acá hay papel sanitario,
Lo decimos con comprensión
Y se vayan bien limpiecitos.
Era chorrillo sin fin,
Corrían para todos lados,
-los eternos inconformes-
Que estaban en el 4to informe,
Al que se veía feliz,
Fue a don Carlos Rochín.