- Punto de quiebre. La última llamada.
- El antes y el después de la elección.
Alfredo González González.
Este miércoles a partir de la media noche. Entra en vigor la veda electoral y por tanto los medios de comunicación se abstendrán de hacer proselitismo a favor o en contra de. Medida cuyo objetivo es no inflamar los ánimos, bastante caldeados. Una elección diferente que mucho nos tememos no dejará satisfechos a quienes no alcancen la victoria aunque se les muestre con hechos la razón. ¿Quiénes van a ser? Las dos corrientes punteras de hecho se declaran vencedores. En nuestra meditación nocturna pedimos que no haya rojos amaneceres o mañanas y mediodías de terror, si no el flujo ciudadano donde la civilidad y el respeto sean los comunes denominadores.
Habrá y debe haberlo, un antes y un después del proceso electoral. No sé todavía si se van a producir más fragmentaciones por no alcanzar el triunfo o bien las corretizas de acosos de quienes por ser vencedores deben ser humildes en la victoria.
No deben existir fisonomías de fiereza, odio y agresión, si nuestros padres y nuestros abuelos nos enseñaron el sendero para caminar hasta obtener la libertad Política, sojuzgada por un centralismo que nos veía como ratones de laboratorio donde venían a hacer sus prácticas los” fifís” sin ninguna relación con esta tierra.
Ojalá que después del 7 de junio nos ponga en la vitrina de los valores y no en las cavernas de los rupestres, que el talento y la inteligencia se sobrepongan a fanatismos, odios patológicos que tengamos que lamentar. Que fortalezca nuestros valores y no nos conviertan en el pueblo de los malditos, incongruentes con los afanes y esperanzas de un pueblo que ha sabido salir avante, no por concesiones sino por conquistas sociales iniciadas desde la segunda década del siglo XX.
El domingo deseamos que no sea un parto donde se lo apliquen los forceps y que se inicie una nueva era donde no se miren las familias ateridas o paranoicas por obra y gracias de quienes vienen a faltarle el respeto a los sudcalifornianos donde tal parece que por lo que toca el proceso electoral no les importa ponerse las investiduras de los judas y de los caínes.
De no lograrse una actitud de orden y serenidad, deberé pedir perdón al FUS de 1965 y a Loreto 70, porque muchos fuimos a esos movimientos cívicos, bajo las banderas del respeto a las leyes pero con la firmeza de lograr que los sudcalifornianos fuéramos dueños de nuestro destino. Le tendremos perdón a Agustín Arriola, a Félix Agramont, a Ángel Cesar Mendoza, porque no pudimos o no quisimos sacudirnos las vestiduras de aldeanos y levantamos el mazo contra el hermano. Última llamada. Punto de quiebre. No existe más camino que el de la prudencia y tolerancia reciprocas. La gente está harta de tanto ditirambo, donde se ha olvidado de los compromisos más elementales, menos el de percatarnos que todos somos hermanos.
En otro orden de cosas, los últimos días los crespones de luto han lucido en los hogares de la familia Zavala Agúndez, Zuloaga Canchola, Lucero Murillo, Zavala Magallanes, y Torres Ledesma.
Sin dobles caras, los hemos sentido en el fondo de nuestro corazón, porque cada ser humano es un universo con cualidades, virtudes, afectos, fraternidad, amistad, y aunque pudieran tener yerros, su calidad de seres humanos se agiganta porque siempre hemos mantenido que la perfección solamente Dios la posee. A estos hogares y sus integrantes, enviamos como columnistas del Peninsular, el Independiente, como colaborador de Zuloaga Noticias y la revista Raíces nuestras más sinceras condolencias. Decía el escritor norte americano: La muerte de cualquier ser vivo me disminuye porque soy parte de la humanidad…
Tenga lista su credencial de elector. Emitir el sufragio es un deber ciudadano que enaltece y si lo hacemos que tenemos libertar para hacerlo por quien nos parezca lo mejor, el acto cívico es completo.