ECO PENINSULAR
• Lo prometido es deuda.
• Quedo pendiente la hazaña del Che Abente.
• El primer avión que llego a la ciudad de La Paz.
• Reflexión.
El día de ayer hicimos una narrativa de algunas generalidades que me tocó vivir y otras escuchar de viejos pobladores.
Cesar Atilio Abente Benítez, encontrándose comisionado en Hermosillo Sonora, recibió la orden del mando mayor, para que interceptaran en Guaymas Sonora, a unos secuestradores de una niña.
El che, explico a su superior que los aviones no estaban para realizar vuelos nocturnos, y que ellos desde luego representaban el fracaso de la misión, pero que tratándose de una orden, y fundamentalmente tratándose de un ser humano, decidió hacer un vuelo aproximado de 35 a 40 minutos, cubriendo la ruta, de la capital de sonora, al puerto de Guaymas.
En 30 minutos, el Che se encontraba a bordo de su máquina, con solamente un ayudante a través de los medios convencionales, avisaron que iba un apoyo importante.
Cubrió, felizmente guiado por la mano de Dios, y los pálidos rayos de la luna.
Enviaron gente para poner barricadas cada distancia incluyendo la parte agreste, de tal suerte que no hubiera escapatoria.
Muchos desconocen este hecho, creemos conveniente que a quien le corresponda, pudieran organizar un homenaje a la memoria de este valiente piloto.
Otra de las cosas que nos llamó la atención, es la referente que en la Ciudad De México, se formalizo una apuesta.
Por una parte, piloto aviador a quien cariñosamente, le decían “El piojo Quiroz” quien apostaba una determinada cantidad que podía hacer la ruta sin escalas, de México a La paz.
El avión era un Monomotor Biplano, cuyas alas estaban forradas de manta trigueña, y otros dispositivos, que le daban contextura, si había la ruta, con una escala únicamente en Culiacán, Sinaloa.
Recargaron combustible, pero dadas las condiciones de la dirección de los vientos, no consideraron oportuno llenar los tanques, si no aligerar el peso de la aeronave.
Yo no conozco mucho de eso, lo que si se es que la mixtura de combustible debe ser rica en mayor octanaje, que se aplica en el despegue, y después se reduce por el oxígeno del aire o menos, y en el aterrizaje la misma operación.
Nada más, que traían el viento en contra, lo que hizo que el combustible se agotara antes lo previsto.
Como un piloto experimentado y encontrándose a la altura de la isla de San José, inicio el planeo, y lo único que sufrió el aparato, fue que el patín delantero del avión, cayera en un vaso salinero.}
En tanto, la gente se arremolinaba, el aeropuerto se encontraba ubicado en las calles de México y Bravo, muy cerquita de la clínica familiar del ISSSTE.
En tanto, la gente se quedó como las novias de rancho, por la tarde se supo, que un pangon, había ido por el avión a la Isla, para traerlo a La Paz.
En conclusión: El primer avión que entro al puerto de La Paz, lo hizo por mar y no por aire.
Reflexión
Hace dos días, hemos estado comentando algunos temas relacionados con mi niñez y mi adolescencia, que no puedo asegurar en algunos casos, que pudieran ser exagerados, pero narrados por personas serias, haciendo un homenaje a la fuerza aérea, a las compañías comerciales y a particulares que participaron en el desarrollo de esta entidad.
De todos ellos conozco, a José Antonio Gastelum, Raúl Emilio Foullon Cabrera, el Che Abente, Julio Morales, de quienes recibí estas valiosas experiencias que deben quedar consignadas seguramente de mejor forma como un homenaje permanente, de aquellos hombres nacidos para volar.
En este manojo de los aguiluchos mexicanos, recuerdo en forma muy personal, a un hombre que le conocí sirviéndole a la línea aérea llamada TRANS MAR DE CORTÉS cuyo antecedente es AERO VÍAS CONTRERAS, debemos decir que un personal en tierra que mucho ayudo al desarrollo turístico en el caso de TRANS MAR DE CORTÉS se encontraba Raúl Arechiga Espinoza , Mario Obregón, entre otros que yo recuerde y los nombres de loa aviones lo decían todo, me toco volar en el llamado, Juan María de Salvatierra, Eusebio Kino, Juan de Ugarte.
Nunca una compañía aérea, había tenido mejores nombres, como la ruta de los misioneros.
Cubrían, rutas de La Paz, Loreto, Puerto Cortés, Guaymas, Santa Rosalía, Tijuana, y Mexicali, en las últimas fechas.
A otro personaje que me unieron lazos y afecto, fue el Señor Arcadio Viveros, de quien fui maestro de uno de sus hijos, llamado como el Arcadio Viveros, Hombre cuajado y tomo compañera a una digna mujer.