ECO PENINSULAR
l.- La política y la oratoria hacen una buena mezcla.
ll. Se demostró por Isidro Jordan Moyron.
lll.- Desde una oficina de la CFE hasta la gubernatura de la entidad.
lV.- Chispazo
El día 14 de febrero (Dia del amor y la amistad) se recordó un aniversario mas de la muerte de Alberto Alvarado Aramburo. Por el ámbito oficial le toco ser el orador al Lic. Isidro Jordan Moyron. Fue bien comentado lo que reafirma la figura del hombre en su sed y persona propia, como lo dice Cervantes, el autor del quijote de la mancha.
Se comprobó a lo largo del discurso, que Jordán Moyron, que el político ponderado debe conocer el tema discursivo, que sin el, sin el conocimiento del tema, sin sentir la vocación por el servicio a la comunidad, no existen mas que palabras donde se denota no sentir en todas sus células la vocación del mensaje.
En este caso no fue asi. Hubo dominio del tema y respeto a la actividad de los hombres al servicio publico, y manifiesta el reconocimiento de un pueblo y el orgullo de ser sudcaliforniano.
Queda demostrado el como la historia de la patria chica sin su espíritu cívico reulle los esfuerzos jalonados para seguir engrandeciéndolos.
Alberto Alvarado dejo el testimonio de lo que se puede hacer por un estado, desde una función modesta en la CFE hasta la diputación federal, la Senaduría, y de ahí a la meta dorada, a la que aspira todo sudcaliforniano: la titularidad del poder ejecutivo de su tierra natal.
Chispazo. ¿Sabe de dónde surge la idea de la construcción del caimancito? Siendo presidente de la república, el Lic. Miguel Alemán Valdez, el gobernador del territorio por esas fechas, era, Agustín Olachea Valdez, a quien le solicito una visita a la entidad. El ejecutivo federal, le respondió en broma que no tenían un lugar adecuado para recibir un jefe de estado, según la crónica de Alejandro de Martínez.
El general organizo los grupos sociales y algunas gentes pudientes, aportando el gobierno del territorio, la mano de obra y el material de la región que venía a abaratar los costos, pues como se sabe fue el quinto batallón de infantería el que participo y siendo don Agustín el comandante de acuerdo con la ley de la tercera zona militar, no tuvo problemas.
Cuando vino alemán, don Agustín le dio la sorpresa y le otorgo las llaves de la residencia. Olachea le repuso, “Fue una broma la que te hice” pero va a servir para que aquí se reciba a personajes destacados a nivel nacional e internacional
El nombre que acobijaba era, “El caimancito” debido a que la parte desemboca desde la calle 5 de mayo, hasta el malecón y la 16 de septiembre a la altura del kiosco se podía observar una figura en la playa que asemejaba a un animal de aquella especie de las aguas de dicho lugar. El nombre residencia oficial, que todos los gobernantes tienen. Despuésen las mentes calenturientas irónicamente sudcalifornianas iniciaron el desmantelamiento. Ya hablaremos de este tema en otra ocasión.
Pese a todo, siendo un patrimonio histórico, Mendoza Davis se encargó de irla reconstruyendo.
Reflexión: Hace varios años un concepto desviado que se tenía de los calisureños, decían que: éramos felices con un levi´s de marca, un carrito traído del norte, un préstamo de pensiones y comerse una caguamada debajo de un árbol frondoso, ¿ya ven que no?
No me vayan a salir con que esto lleva un trasfondo de carácter partidista. Voy a aclararlo una vez más, con toda decencia me despedí del partido revolucionario institucional, después de militar más de 50 años, lo hicimos con decoro con los equipos con los que me tocó trabajar, y con las respuestas que me dieron los militantes. Por razones de carácter personal tuve que hacerlo, porque todos los partidos políticos son positivos, sus principios están plantados en sus estatutos, lo que no tiene disculpa es aquellos, que sin acatar las disposiciones cometieron errores. Pero eso no quiere decir que yo me haya ido a otro partido político, aunque en un principio más de cuatro se equivocaron, entre ellos uno que recibió un dictado entre aceptando mi decisión y atacándola, vieja costumbre. Puedo decir que hemos tratado con ediles al que nunca les he pichicatiado alguna buena acción. Pero jamás me he sentado en una mesa de algúnlugar público a recibir lo que no pueden concebir sus limitadas mentes. Conozco a más de cuatro que le prendían una vela a dios y otra al diablo y se acuestan con el chamuco levantándose rezando el padre nuestro. Provecho.