ECO PENINSULAR
• Una anécdota. Lección de Díaz Ordaz. • Debatir es aportar testimonios convincentes. • Voz del pueblo, voz de Dios.
Alfredo González González.
Durante el sexenio de Díaz Ordaz, se suscitó un caso en una plenaria del Congreso de la Unión. De rostro adusto, cuando el caso del asesinato en masa de estudiantes, arrojó las consecuencias de un hecho lamentable, que fue sancionado por la ciudadanía nacional. Palabras más, palabras menos, el entonces presidente dijo: “Soy responsable de los hechos acontecidos”.
Al bajar de la tribuna Díaz Ordaz, se le escapó de las manos un documento. Un diputado prácticamente se tiró un clavado para correr la atención al tlatoani, creyendo que recibiría unas palmaditas de gratitud. Don Gustavo le dijo: ¡Señor diputado, no sea usted servil!
Un destello que se reconoce es que la iniciativa de proteger al dorado, iniciativa del gobernante Mendoza Davis se vio apoyada por diversos sectores porque sienten que es lo justo y lo que ello representaría para las consecuencias del sector pesquero y acabaría con una fuente de trabajo y producción con una actividad razonada como lo es la pesca deportiva, amén de las resultantes para los hoteles, carros de alquiler, restaurantes y hotelería, etc. Se reconoce, pues, la vocación del gobernante insular por proteger la especie referida porque después seguirían los picudos. No es posible que la improvisación al poner oídos sordos son los ciegos o autistas crónicos.
En otro orden de cosas, los vecinos que tienen su asentamiento en el conjunto habitacional conocido del ISSSTE, ubicados en la calle México/ Nicolás Bravo e Ignacio Allende, hacen un atento llamado a los servicios municipales de La Paz, a la comisión federal de electricidad o a quiénes sean los responsables que nos sintamos abandonados a nuestra suerte en el retorno número 2. No se ha hecho nada para resolver el problema. Vaya, ni el diputado o la diputada del 2do distrito. Conocen a los vecinos que nos encontramos a 75 metros de la sede oficial del parlamento sudcaliforniano.
Esto es más grave de lo que pensamos ya que hay innumerables denuncias las cuales reúnen resolución urgente pues ahí habitamos gentes de la tercera edad. No es politiquería defender nuestras vidas y nuestros patrimonios, en breve se elaborará una relación con nombres, firmas y teléfonos para hacerlo llegar a quien corresponda, pues aunado a este mal el fondo desde la entrada hasta donde divide una barda de piedra, se encuentra totalmente en tinieblas y ya ha habido extravíos de baterías, y diferentes refacciones. La pregunta es: ¿Quién va a pagar estos daños?
Dándole vuelta a la página, otro mal que se nos enseñorea es que al llamar a los teléfonos por ejemplo de servicios públicos, el responsable nunca se encuentra en sus puestos. Queremos invitar mañana por la tarde noche, al señor presidente municipal de La Paz, Lic. Rubén Gregorio Muñoz Álvarez o a la persona que a él designe para que se entere de propia vista que no estamos hablando con trasfondos politiqueros.
Aplaudimos su participación en lo que le correspondió al Carnaval 2020, pero repudiamos que se empiece a extraviar el sentido de responsabilidad. Somos vecinos que pagamos nuestros impuestos y por encima de todo esto, se nos niega el suministro de la energía eléctrica, sea el gobierno municipal, sea la parte que le corresponde a CFE, porque en el siglo en que vivimos la ciencia política es de dinámica social, de respetar a quienes más de hace 40 años habitamos este lugar y ahora se ha llegado al grado de no poder ocupar nuestros espacios frente a nuestras casas, porque quienes van a la clínica familiar, a la delegación, a las instituciones bancarias aledañas, les pesan los tanates como para no andarse metiendo donde hay gente de 70 u 80 o más años o sencillamente no pueden recrearse los niños si no es con el peligro de que algún tarugo le imprima velocidad a la unidad móvil en una distancia menor a los 100 metros. Es más, resulta un verdadero problema tratar de virar hacia Nicolás bravo o Ignacio Allende, porque hay dueños de vehículos que tapan toda visibilidad. Son cosas tan sencillas que bastaría el sentido común. Sino estamos preparados para enfrentar cosas elementales, de plano, no sabemos cómo le van a hacer para resolver asuntos más complejos. Como dicen en el teatro. Es la 2da llamada.
“semos o no semos”
Que no se nos mande al traste,
No está lejano el taste,
Y en el cabresto nos vemos.