- Homenaje a la FAM.
- El mayor César Atilio Abente Benítez.
- El primer avión que llegó a La Paz.
Alfredo González González.
El miércoles anterior se rindió un homenaje a la Fuerza Aérea Mexicana con base en la entidad por su capacidad y vocación de servicio, lealtad y pundonor a los más elevados objetivos de esta Nación.
En la sede del poder legislativo a donde asistió Marcos Covarrubias Villaseñor y el poder judicial, fueron expresados los valiosos servicios prestados y que dicho sea de paso el famoso escuadrón 201 representó a las fuerzas mexicanas cuando México se unió a los aliados en la II Guerra Mundial.
En nuestra entidad, la fuerza aérea Militar ha ido dejando testimonio de valores humanos y en el recuerdo de este personaje que vamos a mencionar también nos unimos al reconocimiento a los aviadores mexicanos. Quiero referirme a quien toda la gente conoció popularmente como “el Che Abente”. César Atilio Abente Benítez nació en asunción Paraguay y en el intercambio de estudiantes del colegio del aire el Che fue becado para que estudiara la carrera en nuestro país. Cuando su país natal Paraguay entró en un conflicto bélico con Bolivia que la historia conoce como la Guerra de “El Chaco”. El Che solicitó el permiso para ausentarse y alistarse en la fuerza aérea paraguaya. Al final del conflicto, regresa a México y pide su naturalización, la cual fue concedida por el entonces Presidente de México el tata de Jiquilpan, General Lázaro Cárdenas del Rio.
Conocí muy de cerca al mayor Abente. Conocí a sus hijos Norbell, Fernandito y Marco Antonio, los dos primeros fallecidos trágicamente. Fue amigo personal de Fernando Jordán Juárez quien muriera también trágicamente y como caso curioso, en el panteón de los San Juanes un mausoleo rematadas por águilas con las alas desplegadas descansan Fernandito, Norbell y Fernando a quien los rodeó la tragedia y que todavía mucha gente los recuerda. Alguna vez en su domicilio particular me platicaría el Che que estando acantonado en Hermosillo Sonora el gobernador de una época pasada pidió el auxilio de la fuerza aérea para salvar a una niña que había sido secuestrada. En aquellos tiempos no había los adelantos técnicos y el Che tuvo que hacer un vuelo nocturno sin instrumentos para llegar a tiempo al puerto de Guaymas, Sonora, lográndose interceptar al delincuente y salvando la vida de esa criatura. Platicar con el Che era ir dispuesto a estar un par de horas. Fundó una escuela privada de pilotos de donde egresarían Oscar Trasviña, Panchito Ruiz, creo que Miguel Carrillo hijo del Pinocho otro piloto destacado del mismo nombre.
A Marco Antonio Abente Aramburo nos ligaron muchos nexos cuando fuimos compañeros en prevención social y a Norbell la noble actividad del periodismo donde en el Eco de california utilizaba el seudónimo de, si le escribía a los camioneros, Juan camionero, si se trataba de los pescadores ante ponía el nombre de Juan, Juan pueblo y elaboró uno muy especial dedicado a los marinos que nunca se encontraron quienes tripulaban el barco San Miguel. Toda una leyenda de la aviación, fue un hombre nacido para volar, apreciados por propios y extraños.
Finalmente, y es para Ripley, el primer avión que llegó a La Paz lo hizo por mar. Un piloto a quien le decían el piojo Quiroz apostó que podía hacer un viaje sin escala del DF a la Paz. Despegó de Culiacán donde recargó combustible, únicamente que traía viento en contra y se le agotó el combustible a la altura de la Isla de San José. Aterrizó y se rompió el soporte de una de las llantas, por lo que tuvo que ir un pangón para traerlo al muelle fiscal de La Paz y el que se esperaba en una pista pasando la Isabel la Católica, llegó al muelle fiscal de La Paz. Otro piloto que después se dedicó a la aviación comercial y estudió en Zapopan, es José Antonio Gastelum Cota a quien bauticé como el águila californiana. Un saludo mi capitán. Quien se retiró de la aviación comercial con 30 mil horas de vuelo.