ECO PENINSULAR
Jubileo de Loreto 70
Amenazas presidenciales a la corte
Bertita Navarro una buena labor en Miraflores
Reflexión.
11 de octubre de 1970. 11 de octubre del 2020 medio siglo de aquel movimiento civilista de integración que dentro de algunos días habrá de realizar no la totalidad de los eventos que habían planificado la comisión que encabeza el diputado Perpuli que obedecen a las circunstancias de la pandemia.
Horas de recordar. Cuando la lucha social se incubaba, una media mañana en la casa de revolución y reforma hogar de la familia Ortega Romero se reunieron Félix Alberto Ortega, Alejandro D. Martínez, el Ing. Antonio Navarro Encimas, el Ing. Cesar Castro Peña. En esos momentos algo se incubaba. Posteriormente nos trasladamos a las playitas de la concepción las siguientes personas: Don Alejandro D. Martínez, Matías Amador Moyron, Javier Carballo Lucero yFidencio Romero. El escenario era una mesa vieja y unas sillas desvencijadas y las extrañas emociones que embargaban a los presentes en donde estuve como parte de los colaboradores del eco de California.
Se trataba de escuchar la opinión sobre el organismo que hiciera cabeza y que mejor que el consejo editorial de eco de California, donde había personajes con valores literarios como Fernando Escopinichi, Ignacio del Rio Chávez, Francisco Higuera Martínez, Lic. Manuel Torre Iglesias, Eduardo G. Divene, el ing. Eduardo Velázquez Chávez, Francisco Aramburo salas, María Teresa Ortega, el director del eco de california Félix Alberto Ortega y el jefe de redacción, su servidor.
Así tomo forma la acción cívico política teniendo como cabeza a un consejo editorial formado por sus propios colaboradores pero a la vez teniendo oído receptor a diversos personajes de la sociedad, comerciantes, pilotos aviadores, taxistas, trabajadores de la construcción, maestros y toda esa gama que constituye el nervio impulsor de una sociedad.
Se inicia así en una declaración pública con una declaración en el sentido de que el consejo editorial se declara cabeza del movimiento con pro gobernador nativo y con arraigo. Y citas a las 7 delegaciones que configuraban la división política del territorio sur de la Baja California. Escucharlos y unificar los criterios. Así se logró el consenso y se fijó la fecha para tal movimiento que culminara en la ciudad y puerto de Loreto el 11 de octubre del mismo año con los motivos, por cierto ya que publico hace tiempo el escritor y literato Moisés Coronado: uno de carácter histórico y el otro del carácter afectivo: Don Agustín Arriola había nacido el 11 de octubre 1887 y dicho sea de paso era padrino de bautizo de FélixAlberto a quien nunca se le olvido en todos los aniversarios cuando él tuvo su uso de la razón, iba a visitarlo en cada aniversario de su nacimiento.
El segundo motivo no menos importante fue el que don Agustín Arriola Martínez logro ser el primer gobernador nativo en la entidad, representa el santuario histórico de los Sudcalifornianos y además llego a ser el centro político, económico y social de toda la California.
Cuando nace a estado libre y soberano el territorio y que es declarado como tal el 8 de octubre de 1974, don Félix Agramont convoca a la elección de los constituyentes y escasos dos meses y días después entregan la carta estatal.
La terminación de la carretera traspeninsular, el plan Benito Juárez y otros desencadenaron una serie de avances que se agilizaron y al nacer los tres poderes podríamos elaborar nuestras propias leyes, impartir nuestra justicia y ser de los nuestros un árbitro justo y equitativo como lo es un poder ejecutivo y estatal.
En el campo de la cultura podemos decir que un pueblo que estuvo abandonado por cuestiones políticas para la elección de Adolfo Ruiz Cortines, hoy tiene avances importantes. Nos vamos a referir a una de las más productivas del ámbito, coordinada a través de la biblioteca del lugar por la señora Bertita Navarro quien nos ha prestado valiosísimas investigaciones que van a fortalecer el libro “el ultimo trecho” en vías de preparación, y preguntando aquí y preguntando allá, Bertita nos aclara muchas cosas sobre una anécdota del alas mochas cuyo suceso no fue en Miraflores sino en Santiago en un lugar llamado la trinidad en las estribaciones de cerro colorado. Una mujer valiosísima con un quehacer discreto y que está dispuesta al dialogo y al apoyo en cuestiones que en distintas circunstancias no podríamos hacer nosotros, gracias Bertita por tu valiosa colaboración.
Arrion: la palomilla que no se aguanta rebautizo el avión presidencial. Se están recabando firmas para ponerle el nombre de “el ipiranga”