ECO PENÍNSULAR
• La insolencia y prepotencia cayó. • Personalidad a política en diplomacia de AMLO. • El Kukuxklán viste de negro.
Cuando Puerto Rico, un estado más de América del Norte, había sido víctima de un siniestro, el presidente Trump los visitó.
El primer acto que hizo al descender de la aeronave fue de aventarles con rollos de papel sanitario. Poca humildad y muy poca vergüenza de un estadista de ese calibre. Forrado de dólares ahora tendrá el complejo del rey Midas, que todo lo que tocaba lo convertía en oro. ¿De qué va a servirle tanto recurso si los demócratas virtualmente le demostraron que su derrota se debe a él mismo? A sus actitudes, a su política siniestra de someter a ciencia cierta de su poderío bélico.
Ponte a temblar Videgaray que creíste anotarte un 10, llevándolo como invitado especial a la sede oficial del gobernante mexicano. Donde gritó que México iba a pagar el muro y en una actitud que dio pena ajena, el tlatoani mexicano, Peña Nieto, se desgañitaba gritando: ¡México no va a pagar! ¡México no va a pagar! ¡México no va a pagar!
Va a ver un efecto dominó porque no se sabe que arreglos tendría López Obrador con Trump y ya se empieza a dudar lo del general Cienfuegos, dije dudar.
Lo anterior denotó la pobreza intelectual y el conocimiento elemental del servicio diplomático del exterior de nuestro país. Por más fuerte que hubiese sido Trump, no estaba a la estatura de un presidente, aunque haya quedado muy mal.
No obstante estos antecedentes y concediéndole el beneficio de la duda, AMLO no ha decidido congratular al presidente virtual de los Estados Unidos de Norte América. Esto implica una serie de razonamientos. Trump no regresa a la casa blanca, la necedad del señor Trump es ganar un tiempo que los demócratas ya sobrepasaron.
Esto también tumba intereses de los Kukuxklanes racistas, fomentadores de la superioridad de razas. Sus atuendos blancos con tuturuchos se pintaron de negro y las cruces ardiendo en trozos de carbón para asar a fuego lento una peluca rubia cuya derrota no es política, es moral.
Han sido 45 demócratas los que han dirigido al país vecino. 4 de ellos murieron durante su mandato: William Henry Harris, Zachary Taylor y Franklin Roosevelt. En tanto otros 4 mueren asesinados; Abraham Lincoln, James A. Garfield, William McKinley y Jonh F. Kennedy. Joe Biden es el presidente número 46. Nadie desconoce que entre los republicanos hay gentes conectadas en empresarios encargados de complejos militares industriales. Su negocio es la guerra y en muchas ocasiones escandalosos asesinatos donde se ven envueltos estudiantes que masacran a sus maestros y sus compañeros.
Reflexión:
Abraham Lincoln, fue un hombre razonable un demócrata sin mezclas. De joven fue leñador. Enfrentó la insolencia de los sureños que gozaban de servidumbre entre personas de color. No en pocas ocasiones dijo que el ser humano al nacer nace libre. Claro está que los racistas no lo concibieron así. Hubo quienes defendieron los derechos civiles como Martin Luther King, que también es asesinado. En el caso de John Kennedy pudo haber terminado con los sueños de la Revolución cubana si da la orden de que la fuerza aérea acabe con el desembarco en bahía cochinos que trasportaba al Dr. Guevara de la Serna y Fidel Castro. También les pesó a los racistas creo que en Alabama, que el presidente Kennedy obligara a un colegio a recibir a un alumno de color. El muchacho entró bajo la custodia de 2 agentes federales y otra que no le pudieron perdonar el apoyo que dio a su hermano Bob para que combatiera los ilícitos del narcotráfico.
El pensamiento de este jueves: Ojalá que el presidente virtual lo adornen las cualidades de la humildad, del humanismo y que el concepto de tener sojuzgado con aranceles y amenazas de invasión con base en su fuerza militar.