ECO PENINSULAR
• Lo dijimos: Al general si tiene quien le escriba. • Se denota una extraña incapacidad de la DEA. • 14 años siguiendo a Cienfuegos y se les desestima el caso. • 2 caminos para el señor presidente.
Alfredo González González.
Cuando hice mención del tema del general Cienfuegos dije literalmente: “Al general si tiene quien le escriba”. El militar en cuestión se había desempeñado como secretario de la Defensa Nacional. Al viajar al país del norte se hubiese sabido o sido culpable sencillamente no va, porque debemos recordar que un oficial de ese rango tiene un hábil servicio de inteligencia que no solamente sabe de estas cosas, sino de las que acontecen de este lado.
Aduje su formación a la que se le agrega haber transitado por el estado mayor presidencial y otras disciplinas que hacen de los individuos involucrados en la carrera castrense personas de un alto sentido de lo que son los valores. Agregaría que por tanto, desde esta óptica merecía al menos el beneficio de la duda.
Sin embargo los jilgueros presidenciales que por equilibrio periodístico en la forma más dulce que quisieran de vez en cuando deberían de ubicar un asunto donde se hubiera equivocado el presidente. Se lo comieron vivo, pero no perdió el equilibrio el militar, independiente del mal trato que le dieron agentes de la DEA cuando fue aprehendido.
Ante de la derrota de Trump, la situación fue más compleja, ya los mexicanos representados por el servicio diplomático del exterior habían ido a lamerle los pies al hoy derrotado Trump. Por eso hemos dicho que la política también es circunstancia.
Ahora bien, como agencia de investigaciones es una especie de élite, que habiendo investigado durante 14 años, les fue desestimado el caso. Esto abre la mitad de un camino más suave para el general Cienfuegos.
Porque fue denostado en forma a priori, curiosamente los que más se cebaron con el mílite fueron compatriotas que desde atrás de un micrófono y algunas redes se dieron vuelo. Pero esto se acaba hasta que se acaba. Nadie es culpable de un delito en tanto no se le venza en juicio.
Esto dio paso a una serie de especulaciones, sujetas también a aclaraciones. Una de ellas, la más compleja es que el fantasma del “culiacanazo” pesaba mucho sobre la administración federal. No entramos en detalles porque se dieron a través de diversos medios informativos. Cienfuegos ya no era jefe de la Defensa Nacional. Da paso también porque el brochazo feroz que pretendieron embarrar al general, se lo dieron al instituto armado, que es cocimiento a parte eso sí.
En esta situación. El señor presidente de México, debe analizar muy bien la situación porque está en una disyuntiva, o sea, la Y de las determinaciones, diplomáticamente el país vecino queda bien y al transferir los datos que tiene en sus manos, prácticamente está haciendo una advertencia, so pretexto de que sean las leyes mexicanas quienes lo juzguen. En otras palabras, mejor tú ejecútalo mientras que yo me lavo las manos. Yo más bien creo que les pesaron demasiado las insignias de Cienfuegos.
Tiene que dejar convencida la opinión pública nacional y tener contentos a los gringos que la medida tomada fue salomónica, acompañado de una restitución a la dignidad del hombre y fíjense ustedes, no se miraría mal que se llevara a cabo en el campo marte.
Personalmente me mantengo en el beneficio de la duda. No apruebo el mal pero aplaudo el bien.
Hace años se publicó un bestseller titulado “Contacto en Francia” Sintéticamente fue embarcado en Cadillac en el puerto de Marsella, rumbo a Nueva York rutinariamente se pesan aquellos envíos de gran volumen. Al llegar a su destino, antes de desembarcar el vehículo daba un peso mayor a las 450 libras. Algo había sucedido en el trayecto. La DEA dio de la orden de que no se hiciera nada porque iba a ser una cacería mayor. Así fue, quien recibió el automóvil fue observado día y noche relevándose los agentes. Observaban que se hospedaban en un hotel de 5 estrellas, buenas hembras, buenos restaurantes, fueron 25 o más días interminables hasta que encontraron el libro de la madeja y los contactos que iba a tener.
Una noche en el estacionamiento subterráneo del hotel sustrajeron el automóvil y en un taller especial lo desarmaron. Ahí estaban los ladrillos. Al día siguiente, localizada la vieja casa donde se iban a reunir ya estaban agentes de la DEA esperándolos, llegaron y entraron y se escucharon disparos a discreción. Breve tiempo después 4 personajes salieron con las maletas cargando más 50 libras de polvo blanco. Adentro quedaron asesinados los agentes de la DEA.
Alguien andaba al trote,
Lo comunicó a Jesús,
Bajaron la testuz,
Y van a tragar camote.