1.-En las afueras del sanedrín
2.- El coloniaje de Roma ahogaba a los israelíes
3.- El emperador era Cesar Augusto. Era el año 33.
4.- Pilatos era el cónsul
Por: Alfredo González González
Una noche y afueras del sanedrín tres personas apenas iluminados por una lámpara de aceite se les escuchaba lo siguiente: eran tres, el primero en hablar dijo: el vendrá y nos habrá de dar la libertad. La segunda persona dijo: desde tiempos remotos se ha esperado al mesías. Y al mismo tiempo presento una moneda romana en la que se leía: “Cesar, Hijo de Dios”. Otra voz se escuchó y le dijo: “mira, esto es un siclo judío”. Y en el reverso aparecen tres lirios y se leía “el vendrá y crecerá y será como un lirio y concluyeron la conversación diciendo… “será una brisa para Israel”.
Treinta años antes había nacido un niño en Belém quien fue adorado por tres reyes poderosos de oriente. Su padre era José, su madre era María, le obsequiaron mirra, aceite e incienso.
A los treinta años empieza su catecismo revolando la libertad y la igualdad, la misericordia y hablaba siempre en el nombre de Dios padre. Hizo milagros: hizo andar a paralíticos, le dio vista al ciego por medio de la luz y de la fe. Muy poco tiempo le costó su paciencia, su bondad y sobretodo el lema de no perder la fe y la esperanza.
En sus brigadas se alistaron doce hombres, la mayoría encontrados en el mar de Galilea. Pero hubo un traidor llamado Judas Iscariote quien por treinta monedas vendió a su maestro. Por ello cuando una persona le profesa una supuesta amistad y cariño a otra y le entierra el puñal en forma traicionera, se dice que le dieron el beso de Judas.
La intriga en el sanedrín la encabeza Caifás, el corre ve y dile fue Judas. Poncio Pilatos con el pretexto de no manchar sus manos de sangre se lavó las manos y se lo entregó a una turbamulta sedienta de sangre y pidieron que crucificara a Jesús. Se zafó del problema el procurador Poncio Pilatos dejando que el pueblo lo ejecutara cuando en realidad fueron los que exigían el cumplimiento de la ley de Moisés y mucho de ellos no lo hacían. El domingo de la pascua florida entró a la ciudad sagrada y lo recibieron entre palmas y hosannas y esa fiesta de alegría se convirtió en un viernes de dolores.
Fueron los crucificados tres. El libro sagrado dice que apareció al tercer día. El gallo cantó tres veces antes que Simón Pedro lo negara.
En forma irónica y a propósito de estos días ya se dijo que aquí en este país existían personajes de los que hubo en aquel tiempo. Lozoya representaría a Judas, López Obrador a Poncio Pilato, y todos los demás los Fariseos y que el gran crucificado seria México.
El catorce de abril de 2015 escribí un poema llamado “Al día siguiente”
Hay fracasos en aras del poder de los sentidos- y el cruzar de aves vetustas clavadas en dolorosa cruz- de aquel Gólgota maldito – con Caifás resucitado – mientras Judas cuenta su dinero – cuando las tinieblas son interminables – recordemos las pupilas de aquel justo – que en el martirio se ganó la gloria – con su pupila dilatada – alcanzó a decir – no lloren por mí, lloren por sus hijos.