- Nacho Monroy Sánchez: Viacrucis heredado.
Alfredo González González.
Nadie lo duda. Francisco Javier Nacho Monroy se encuentra enfrentando con reciedumbre el premio del tigre al ir a concluir el mandato municipal de su antecesora que, con conocimiento de causa a un servidor decepcionó en grado superlativo.
Nacho es un buen hombre, cualidad que se ha visto alterada por el cráter que le dejaron en las arcas municipales, así como la existencia de la nómina secreta, esa tercera nómina donde había más de 60 asesores. ¿Asesores de qué?
Lo más grave que esos desvíos y desplantes de poder, aderezados con la actitud de paniaguados y paniaguadas producía el efecto del NO PAGO y los que sufrían más eran los trabajadores de confianza y hubo ocasiones que hasta algunos de base. ¿Hasta dónde llega la temeridad de una dama que no se tentó el corazón para dejar sin pan a cientos de hogares? Sin descontar el enojo de proveedores. Hoy, al menos, Nacho se preocupa por que los salarios sean cubiertos porque dentro de las necesidades prioritarias es el pan en la mesa de los hogares humildes.
Lo patético es que, mientras queríamos linchar a Rosa Delia Cota Montaño por 300 millones de pasivo, en este caso se habla de un poco más de 1500, pero ni en uno ni en otro caso, se justifica que el poder sea empleado para satisfacer los afanes de riqueza malhabidos.
El pecado capital de todo Político es apropiarse de lo ajeno y además encerrarse en una burbuja de cristal donde gusta de escuchar lisonjas olvidando lo más elemental de percatarse del dolor, la miseria, para poder sufrir el dolor y actuar en consecuencia.
Por ello destaca una de tantas acciones del edil paceño que carga culpas ajenas en sus espaldas, pero no se quiebra, ya que en pasados aguaceros se dedicó a visitar las diversas comunidades del municipio y ver la forma de estirar la cobija para que en medida de las posibilidades pueda llevar algún satisfactor a lo más ingente.
El respeto y la lealtad institucional se deben exigir cuando los antecesores dejan los instrumentos y los testimonios de trabajo. Pero no debe existir el tratar de cobijarse en una persona de buena voluntad, que lo dejaron en medio de una batalla sin armas y sin proyectiles.
Monroy Sánchez se ha ganado el respeto de sus conciudadanos porque por lo menos las familias de trabajadores de base o de confianza han estado llevando puntualmente de comer a sus hogares, muy diferentes a tiempos pasados inmediatos, que el dispendio y el favoritismo chocante llegó a la desvergüenza de una tercera nómina, ocasionado que muchos empleados pasaran las Caín.
Hubo también deslealtades para Nacho, porque algunos francotiradores desde el interior de la institución trataron de perforar la línea de flotación de la institución. Nada más que los números son fríos y podríamos si pudiéramos, desmenuzar 1600 millones de razones. ¡Ah! Pero las exigencias de lealtad e institucionalidad deberían exigírselas a los vampiros presupuestales que también le detuvieron la pata a la vaca. Aún con todos los bombazos, Nacho Monroy entregará buenas cuentas. Amén.