Por: Alfredo González González
Como se ha venido diciendo, el día “D” causo simpatía porque la nación no vio con buenos ojos la militarización de la nación. ¿Por qué ese temor enfermizo? En 1958 cursábamos el último año en la escuela normal urbana Profesor Domingo Carballo Félix y se nos quería obligar a ir a un acto político de una campaña presidencial. Creo que la única testigo de nuestra postura fue la maestra Alicia Concepción Gallo Larios afortunadamente todavía entre nosotros y esto al saberlo el gobernador en ese entonces hizo declaraciones bastante provocadoras: declaro en un periódico llamado “en últimas noticias” que la generación que egresara ese año no tendría plaza en esta entidad.
Tomamos la decisión de ir a ver al licenciado Braulio Maldonado Sández quien fue el primer gobernador electo por el pueblo allá con nuestros vecinos del norte. Era un hombre empático y nos dijo que con mucho gusto seria nuestro padrino, la generación de 1958 es la única que no ha llevado como padrino a un gobernador provisional, para variar de corte militar y a su vez tenía su mando a fuerzas armadas en el territorio sur de la Baja California.
Obviamente esa generación llevo el nombre del licenciado ya mencionado oriundo de Santa Rosa municipio de Los Cabos a quien después obtuve una declaración para un programa llamado “sudcalifornianos para siempre”. Este es el antecedente seguramente de una actitud que profundizo en una mentalidad civilista que no por ello no reconozca que hay militares pundonorosos: general Petronilo Flores Castellanos, Federico Chapoy Acosta, y muchos más que nos tocó conocer cuando el servicio militar nacional. Pero ese exceso de una autoridad de aspirar a obligar a jóvenes ya casi maestros ya no iban con nosotros.
Ahora bien, en estos momentos el señor presidente castiga a los pueblos mexicanos, pues aplica en forma por demás arbitraria como lo han hecho otros, de que por cada cien pesos que ingresemos por concepto del ingreso nacional bruto sea en pesca, ganadería, restaurantes, todo aquello que signifiquen impuestos federales por cada cien pesos nos regresan diez mientras cultivan la flojera y la holganza y no se ha querido revisar el aspecto económico del pacto federal, eso llegó desde 1920 hasta 1970 a luchar con un gobernador oriundo o sudcaliforniano por adopción espontanea.
Falta a la verdad quien dice que la política es lo más sucio que existe. La política es la apasionante búsqueda de la felicidad al formar relación a respetar la nación, aplicando a través del poder correspondiente el valor absoluto del derecho que es la justicia, que los estudiantes dedicados tengan la oportunidad de hacer investigaciones en los campos de la ciencia y para ello se necesita los llamados subsidios que de un solo plumazo desapareció el Tlatoani Mexicano sin haber mediado una supervisión para saber con qué acuciosidad se aplican dichos subsidios. Es la oportunidad de pensionar vitaliciamente a la tercera edad pero no usar ni aclarar que es una conquista social y no una concesión graciosa que le ayuda a medrar en un proceso electoral. La política es más que tener no uno, sino dos hermanos incomodos que gozan de las delicias del poder. El primero sorprendido recibiendo dinero manchado con sangre para su campaña y el recientemente descubierto recibe en automático cerca de dos millones de pesos para fortalecer su rancho por allá en Macuspana Tabasco, mientras que a la arrancherada o pescadores de estas y otras latitudes no los ayuda como se debe hacer.
Que la política no es la decisión de un solo hombre en turno sino la opinión de la representación del popular del senado y el congreso de la unión que nos representan en el poder legislativo federal. No subir a pasajeros a transportes que se sabía desde el 2017 que podía ocurrir una desgracia y pone a salvo a un señor de apellido Ebrard que lo pone en evidencia en cuanto a la honestidad y pisotea el “no robaras” premisa del actual presidente. Esto es el día “D”. La conjunción de voluntades manifestando su inconformidad porque estos últimos dos años uno de los sectores más golpeados fue el de la salud. Desde un principio se le advirtió que hay una diferencia entre prioridad y necesidad. Pudo más el delirio de grandeza y no redireccionar los presupuestos del tren maya y el aeropuerto de Santa Lucia, cuando todos sabemos que la salud es vida, bienestar, y en cuanto a la obra material tiene sus tiempos, optó por la necesidad de un tren y de un nuevo aeropuerto. ¿Pasan ustedes a creer esto? Este es un día “D”, así lo han tipificado muchas de nuestras gentes, a todos los males se unen el deseo de remendar lo causado por la línea 12 y Ebrard empieza a dar lectura a los cientos de millones de pesos que se envían a países hermanos, desgraciadamente no se puede dejar a Dios por Dios porque el trasfondo de esto es representar a un grupo de políticos vestidos con traje gris Oxford, loción lavanda mientras que hay 5 millones de mexicanos más, más de 200 mil muertos por las pandemias no controladas todavía. Aceptamos que haya seguridad pero debe invertirle y no usar la fuerza armada porque en el fondo desea provocar esto y solamente en los países fascistas los ciudadanos están siendo observados y vigilados por todos los medios.
La frase del día más grande para este estado y para el país se encuentra en las gloriosas notas del himno nacional mexicano:
Como al golpe del rayo la encina
Se derrumba hasta el hondo torrente
La discordia vencida impotente
¡A los pies del arcángel cayo!