1.- Un joven dio en el blanco periodísticamente hablando.
2.-Uno ya maduro dice que hay que reconocer el esfuerzo de otras fuerzas políticas.
3.- Los pesos y contrapesos en la información.
Por: Alfredo González González
Hace unos días un joven que se está adentrando en este oficio habla de los pros y los contras en el camino de la información, por cierto que este día deja el confinamiento hospitalario. Dice que gracias a la idea de que se conozcan las posturas del gobernante virtual tuvo la oportunidad de escuchar a través de un video enviado ese algo que marca el inicio de una caminata que dura seis años. Se refiere a los pesos y contrapesos y fundamentalmente al ángulo oral de Castro Cosió cuando cita algunos aspectos importantes como el de gobernar con humanismo y humildad y que no evade el debate siempre y cuando no se rebasen los principios y restricciones de la libertad de expresión porque la prensa como tal es un oficio de buena voluntad, independientemente que llena el vacío que se pueda hacer entre gobernantes y gobernados donde se privilegia el derecho a la información.
Otro de los aspectos que llama la atención es el espacio de noticias.com donde debe tomarse en cuenta por el mismo respeto que merecen las minorías el esfuerzo realizado en la contienda electoral. El ser mayoría no significa que tengan la razón sino se concibe la democracia cuando las aportaciones de un pluripartidismo abren el camino hacia una democracia objetiva, vivida, etc.
No poseo referencias testimoniales de una segunda declaración de Castro Cosió donde establece que no requiere de aduladores, y decíamos entender que todos sus actos sobrevendrán con calidad moral, con humanismo, con humildad, entonces, bastará con que se diga la verdad sin quitar o construir apologías que en el fondo le chocarían internamente.
Don Alejandro D. Martínez durante la época Víctor Manuel Liceaga Ruibal cuando establecía una crítica en torno al gobernante y por añadidura amigo personal, solía decir: “más vale una verdad que duela y no una lisonja que envilece” (Sic) el hecho de decir una verdad no necesariamente quiere decir a palos con pedradas sino con la razón que asista y pueda dejar al lector o al televidente convencido por los argumentos que establece y los manifiesta sin temor a ser perseguido y porque además pueden ser más admirado el de las letras en su actividad por que señala con argumentos lo que le lleva a cuestionar y de paso favorecer a la comunidad.
Estos detalles representan la fase primigenia de una administración que se encamina como en la carrera de los relevos para entregar la estafeta en buen estado. Darle continuidad a aquello que represente progreso social, interrelaciones políticas de civilidad porque no se trata de continuismos sino de ensanchar los caminos que va dejando Carlos Mendoza Davis y su grupo de colaboradores.
Que podrán existir nuevas perspectivas para el progreso colectivo y no por un eco de animadversión porque finalmente los pueblos saben reconocer lo que va dejando uno y lo que va dejando otro pero no implica necesariamente el denostar, en ofender, el abusar, de una libre expresión que tenga libertinaje ofendiendo a los que se van y esto seguramente no lo ordena el gobernante virtual. Cuando alguien me preguntó cuál había sido mi primera impresión porque el video le llego a un servidor mis palabras textuales fueron que había quedado impresionado. No hubo ruidos discordantes, no hubo aquello de que me la van a pagar sino la persecución de la unidad porque sin esta el camino es más escabroso.
Espero que esto que batallé un poco para hacerlo, no se considere dentro de la clasificación de aduladores que efectivamente son como perros convertidos en lobos que aúllan más pronto de lo imaginado. Como sudcaliforniano presente en las luchas cívicas de este pueblo, como orgullosamente maestro de banquillo hasta llegar a la cátedrade mi alma nutricia que lleva el nombre de un hombre extraordinario solamente le deseo para bienes, éxitos donde la gente, la ciudadanía de los credos políticos o religiosos que sean, alcancen el bienestar porque ya han existido esfuerzos de otros gobernantes que han hecho de su parte. Afianzando bien el timón, seleccionando a su marinería, solo nos resta decirle no una lisonja sino el viejo deseo de todo marino: “Buen viento y buena mar”.