A raíz de una noticia donde procedente del país vecino al parecer se está queriendo legalizar de qué agentes extranjeros de allende del Rio Bravo puedan andar armados en territorio nacional.
La historia como gran maestra de la vida posee un procedimiento llamado filiación, o sea, analizar el pasado, compararlo con el presente y trazar el futuro sin contratiempos. Más claro ni el agua. Decimos lo anterior porque habría que recordar sin traumas enfermizos, la guerra del 47 cuando perdimos más de la mitad del territorio nacional, el bloqueo a Veracruz en 1914, y la encerrona en la embajada norte americana cuyo titular era Henry Lane Wilson, en un conciliábulo con el General Victoriano Huerta y sin ofender a la religión católica el entonces arzobispo de México. Crímenes del tiempo para planear el asesinato de Francisco I. Madero.
Por otro lado, las cercas infamantes que están echando a lo largo de los límites de México y los Estados unidos de norte América. Los abusos cometidos con mexicanos asesinados en territorio nuestro por ese síndrome del tejano o de los “amos” de los sureños cuando trataban a los hombres de color a latigazos.
Ojalá que algún día. No veamos transitar por el paseo de La Reforma a tanques de guerra y a los “gloriosos” infantes de marina.
Ojalá no se molesten aquellos que todavía piensan que el Superman es superior al Quijote de la Mancha, el hot dog es la ambrosia y la coca cola el néctar de los Dioses.
Hombres que respetaron la vocación de nuestro país sobre el derecho internacional: Los Kennedy, Luther King y una buena parte de los senadores demócratas del parlamento norte americano, precisamente en un país formado de migrantes y ahora están echando fuera a trabajadores que salieron un día a ganar dólares para enviarlos a sus hogares mexicanos. Pese a esto, todavía aspiran a que anden empistolados agentes gringos en nuestro país.