Hay que acabar con los comunicadores y la clase media
Denuncias que no se han investigado
Carranza y su frase a la muerte de madero
Por: Alfredo González González
En el transcurso de las últimas mañaneras se dejó sentir la presencia de quien tiene la fuerza del Estado. Un comunicador de apellido Ramos con valor civil le dijo que el país estaba en las mismas condiciones que hace tres años luego hizo referencia a ochenta mil crímenes dolosos, a los niños con cáncer y que no reciben los biológicos para atacar la terrible enfermedad. Ello bastó para que el diputado folklórico saltara la palestra y darle candela. Por lo que se ve el presidente necesita de defensores ante la posibilidad de dar respuesta a los problemas presentados.
La especialidad de la casa es organizar los distractores los momentos difíciles. Nosotros podemos coincidir con el presidente porque efectivamente no fue quien acciono los gatillos de las armas de fuego, igualmente en que no fue a oriente a traernos la pandemia personalmente. Pero hay que aclarar una cosa, si la inseguridad golpeo a varias entidades se debió a que por una instrucción superior quien suelta los centavos para esos menesteres y que están programados un año antes se le ocurrió la peregrina idea de sub ejercer el 68% en salud y más del 70% en seguridad.
Sin los recursos sanitarios suficientes poco o nada pueden hacer los médicos, porque nos consta, por acá en esta entidad, tratan de suplir las necesidades con claridad y calidez, con amabilidad, salvo muy rarísimas excepciones entonces si tiene responsabilidades sobre los más de 800 mil muertos un periodista fue vapuleado por el inefable diputado federal y lame pies de Gerardo Noroña. El problema fue más alláporque le contesto ramos que eran las cifras oficiales, de tal suerte que el presidente no sabe cómo andan las cosas en su changarro.
Hay también una lista de denuncias que como tales deben ser investigados. El periodismo bien llevado es una actividad de buena fe, inclusive puede ser un coadyuvante cuando los auxiliares de una autoridad superior le ocultan los problemas por no saber cómo resolverlos o porque están participando ellos. Vea usted señor, datos que obran en nuestro poder y que son del dominio público nacional e internacional refiere de que usted posee dos departamentos que no aparecen en sus declaraciones. Dos: se señala a Carlos Bartlett como propietario de 13 casas en el distrito federal en las mismas condiciones. Tres: no aparece el sustento del programa jóvenes trabajando para el progreso. Y por ese tenor van cuestiones que deben ser clarificadas. El mandato del nivel que sea obliga ante una denuncia el hecho que pueda, deba y se le exija rendir buenas cuentas de su cometido. Una cosa más: la existencia de niños, miles de niños que requieren con urgencia la aplicaciones de sus quineas, las compran en el extranjero con un valor del 400% más cara que adquiriéndola en este país dice el informante, podría ser mucho más bajo el precio pero el señor se empecina porque no han respetado la investidura presidencial. Se lo dijimos una vez y se lo vamos a repetir de nuevo: Cárdenas del Rio expresaba lo del respeto a esa investidura, pero ese respeto se gana y a estas alturas no falta que aun siendo la potestad de la republica unas en forma seria y documentada le digan lo que está pasando y que no es ninguna ofensa aunque otros apliquen vocablos poco recomendables pero ese respeto a la potestad de la república se gana con actitud con la que dirija esta nación.
Lo que hoy es si, mañana es no. Hace un compromiso para tener una salida airosa pero después dice que no se va a poder. Pensionados hoy amanecen alegres porque según esto para el ultimo día de ese mes van a recibir 3500 pesos. A las dos horas sale una última hora diciendo que se van a frustrar porque no va a haber tal aumento. No se deje llevar por los impulsos. Compra lo que promete y además ese discurso está destinado para eso. Creemos que la pensión en algo mínimo puede ayudar, pero aun esos 3500 pesos la tenemos para después gastarlas en tarifas de consumo de energía eléctrica.
Por lo pronto en la mira las clases medias, el INE, y tal vez purgue a Manuel Bartlett.
El final de este despacho nos lo dice Cicerón: “Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable.