1.- Respetamos algunas opiniones de los demás aunque no las compartamos
2.- Surge la frase de Voltaire
3.- El hombre público debe ser cuestionado en el cenit de su encargo
4.- Se reconoce la actitud de Javier Sandoval.
Por: Alfredo González González
Convencidos estamos que el derecho a la información es invaluable para que el pueblo esté debidamente informado de los aconteceres y cuando ese derecho es satisfecho como debe ser es doblemente positivo.
Lo anterior se fundamenta también en una de las expresiones de uno de los enciclopedistas franceses, Voltaire que para ennoblecer la libertad de pensamiento solía expresar: “estoy hasta la muerte en contra de lo que dices. Pero defenderé hasta la muerte el derecho que tienes para decirlo”. Establece el equilibrio, y en un momento de inestabilidad con razones que no viene al caso citar lo que en un tiempo fue blanco tratamos de convertirlo en negro.
Hemos respetado que no hay ofensa cuando una avalancha de adjetivos se desborda porque el sentimiento de un desquite por algo, no aprueba una tesis periodística.
En política muchas veces no se mejora una regla con cimientos en los elogios que por la noche están rebosados en una blancura impecable y por la tarde se convierte en una oscuridad.
O sea, en muchas veces la condición humana viene de aplicar la evaluación cuando el hombre público está en el cenit de su función y no en el atardecer cuando va dejando lo que pudo ser mejor por el pueblo que se gobierna.
Si deseamos este contrapeso bastaría con recordar la prensa nacional y las redes en su momento dieron el fundamento de que Carlos Mendoza Davis había sido el cuarto gobernante mejor posicionado en este país.
En el fondo Carlos sabe que no fue obra de un solo hombre, porque sabe trabajar en equipo. Álvaro de la Peña, a un Daniel Gallo, una unidad de protección civil, y porque no, a un Isidro Jordán Moyron, que tuve el agrado que estuviera en el equipo de prevención y readaptación social convirtiéndose en un sólido pilar para formar jóvenes. A parte de sus cualidades personales y todos los miembros del equipo mendocista, unidad, humanismo, sencillez.
Todas estas cosas y la inteligencia innata del gobernantehicieron posible enfrentar problemas superiores a las fuerzas de la pandemia, pero no se quebraron y si hay miles de muertos, esto se debe a otros problemas que ya comentaremos.
Todo esto surgió sin la menor intención de provocar una polémica porque como ya lo dijimos podemos estar en contra de una cosa pero defenderemos el derecho que tiene para decirlo. Cierto o no lo que decimos aquí nos consta.
Deseamos hacer mención de la posición de Javier Sandoval, vecino columnista de este periódico quien creo el viernes anterior, hizo un reconocimiento a la labor desarrollada por el equipo mendocista.
Destacamos el hecho porque la condición humana a la que nos referimos en muchas ocasiones nos da seguridad que alguna vez recibimos la mano amiga y podremos asegurarles que nadie, absolutamente nadie, ni siquiera el gobernador, nos ha dictado una línea que seguir por dos razones: ni él lo haría porque sabe el terreno que pisa ni nosotros se lo aceptaríamos. Conocí a su padre, uno de los mejores gobernadores de este estado como conozco a un buen viejo como Isidro Jordán Carlón que dicho sea de paso fue uno de los más entusiastas miembros del sector ganadero junto con Marcelo Virgen y miembro de la misma para que la UABCS recibiera en posesión más de 30 hectáreas, una de las más grandes obras del padre del gobernante que ha cumplido con su guardia junto con su equipo de trabajo. Que sea para bien.