1.-Nuevo poder legislativo.
2.- Se respiró civilidad.
3.- Carlos Mendoza Davis, colaboradores: trabajo y obras.
4.- La vida municipal paceña se enturbio al final.
Por: Alfredo González González
Finalmente llego el día de la renovación del poder legislativo. Atrás queda, salvo honrosas excepciones un nudo de barbaridades que se concentró en el deseo de enriquecerse y haber producido facciones y otros detalles que avergüenzan escribirlo.
Se informó que el gobernador electo Castro Cosió se mostró complacido por un ambiente de civilidad y que habría de interactuar con la legislatura para que en el ámbito de sus responsabilidades se llegara a la meta.
Siempre que lanzamos una crítica justificada a algunos integrantes del congreso saliente, con las honrosas excepciones y un ejemplo de ello fue Anita Beltrán Peralta y otro más que quisieron hacer bien las cosas.
Ojala el pensamiento de Castro Cosió, que los invita al debate respetuoso sea también el conocimiento pleno que es un recinto donde se encuentra la historia de los procesos sociopolíticos de Baja California Sur.
Por otro lado no hubiera sido justo, como ya se había querido dejar sentir que el haberse perdido las elecciones era un voto de castigo, no señor. Se trabajó intensamente y lideró Mendoza Davis a un equipo que se puso la camiseta: Isidro Jordán Moyron, Álvaro de la Peña Angulo, Daniel Gallo, George Flores. Colaboradores que con Jordán Moyrón y resto del equipo dieron un buen partido, cubrieron la ruta con lealtad, Daniel Gallo haciendo que la justicia brillara, George Flores fajándose con el sector salud.
Todo esto logro frutos: lograr amainar las pandemias y combatirlas. Trazo a obras materiales para lugares que por años permanecieron estáticos, conservando su arquitectura original y por vez primera los pescadores cuentan con su seguro de vida y se buscó la alternancia en actividades requeridas como la zona de Isla Natividad para que no se perdiera su obra original de pesca pero contar con una alternativa. Seguramente faltaron cosas por hacer pero ahora faltan mucho menos. Nuestro reconocimiento y del aplauso de todos aquellos que están en contra de todo y a favor de nada. Finalmente hemos sentido mucho la turbiedad en el ayuntamiento paceño. El presidente municipal suplente se negó a asumir la responsabilidad que por ley le correspondía y lo sentimos por un hombre al que respetamos y quisimos por su verticalidad, el maestro Alejandro Mota Vargas, por una verticalidad a toda prueba. Pero no solamente el suplente no cumplió con su deber sino que se fue a una fila contraria. No tuvo las agallas de Nacho Monroy Sánchez que enfrento una alud hasta que lo despejo y quedó como el Nacho que conocemos, hombre trabajador y entrón y queremos agregar: en la cuestión del congreso siempre agregábamos a la crítica salvo las honrosas excepciones y en ella se encontraba la maestra Anita Beltrán Peralta y otros que los azufrosos trabajaban como ellos querían.
Por lo que respecta a Rubén Gregorio Muñoz Álvarez que se autonombro soldado más de AMLO, vaya honor, dejo la víbora chillando y seguirá siendo una persona inefable que con esto perdió el alto honor de ser californiano. Ya lo había perdido cuando se registró siendo menor de edad candidato a regidor en Comondu. Si quieren más datos que me lo pregunten.
Para concluir diremos a ustedes amables lectores que una de las grandes cualidades de los seres humanos debiera ser la gratitud, o que no nos podemos convertir en la geografía de las ingratitudes.