1.- Gabriela Cisneros en el ojo del huracán.
2.- El que apuesta los dos caballos siempre gana
3.- Nuestro respeto para Gabriela Cisneros.
4.- Como política es un fiasco ¿Cuánto gano por la traición? Las treinta monedas tradicionales o la oportunidad de ascender.
Por: Alfredo González González
No tenemos la costumbre de agredir a las personas como tales, pero si opinar sobre sus actitudes sobre todo cuando el caso de la señora Gabriela Cisneros apenas instaladas como diputada plurinominal de la bancada priista renuncia a su filiación tricolor y se suma a las mayorías morenistas. Y no es que porque se haya ido por los morenistas sino a la actitud que deja mucho que desear en cuanto a ética política se refiere. Repetimos: no es la persona, es el mal ejemplo que va dejando a jóvenes, porque el apasionante campo de la política no es el afán de mando o el hartazgo del poder sino que es la búsqueda de la felicidad colectiva a través de la seguridad, educación, deporte y esa fraternidad que debiera coexistir entre todos.
Pero la señora Cisneros no debe preocuparse porque en el catalogo hay otros que en una forma por demás traicionera le pusieron las piedras a Antonio Manríquez Guluarte y el caso lo voy a citar porque viene a colación. El realeño había concebido en esa virtual inteligencia que tiene de buscar de que un inmueble perteneciente a la junta estatal de caminos le fuera proporcionar para ahí albergar a los familiares de los pacientes donde se encontraba el hospital Juan María de Salvatierra entre Bravo y Marcelo Rubio, se sustrajo al folleto que iba a pensar y estando tomando café de la bahía llegó y se lo entregó al oponente Manríquez. No nada más fue eso, la logística que iba a aplicar en sus giras de trabajo antes la tenía ya en su poder la misma persona de tal suerte que cuando el priista realizaba su gira ya había peinado todo ese lugar.
Pero como decía Kennedy: olvídate de tus enemigos, pero no olvides sus nombres. Que nos disculpen pero esto no es una agresión, bastaría decir que la paridad de géneros nos permite realizar opiniones que se aparten de la línea jurídica de la libertad de expresión: lamentablemente el hecho de rendir una protesta, de velar por los estatutos de un partido cualquiera que sea impone una razón: la lealtad.
También vamos a adelantar un caso acontecido en el congreso cuando andaban los depredadores del medio ambiente queriendo realizar explotaciones de metales pesados en las excavaciones de la cierra de la laguna conocía un diputado priista que a la hora de votar el voto a favor. A la salida por el pasillo central le llovieron monedas simbolizando el pago que hicieron los fariseos para traicionar al hijo de Dios.
Ya que andamos por ahí por el congreso hay cierto extrañamiento entre loretanos y muleginos porque el día 2 de octubre fue una fecha memorable al igual que Los Cabos el mismo año y que quienes están contra el imperialismo yanqui no alcanzan a comprender en estos pueblos también se vieron las luchas, lo lamentable es que se amplia y se dice que les prohibieron que festejaran. Pienso que es al congreso al que se le debe de orientar sobre el partido.
Esto es a grandes rasgos y lo lamentamos porque es un lesivo para un buen nombre de un partido político que en su esencia no tiene la culpa de la dignidad y la condición humana. La traición desde las noches de la historia ha existido. Pero el boomerang se lanza y regresa al mismo lugar de quien lo lanzó y esto va también para quien solemnemente expresó cómo sí se tratara de una filípica de Petronio y dijera: venimos a acabar con los paradigmas, nosotros creemos que tratar de acabar con la historia de un pueblo o la historia de pueblos no es fácil. Es parte de las costumbres y tiene el cuidado de saber que es filiación, es un auxiliar de la historia porque esta nos sirve para saber quiénes fuimos, quienes somos y que queremos ser. La clase vuelve a ser gratis.