Por: Alfredo González González
Francisco J. Mújica y José Mojica: Polos opuestos a Carranza y a Guajardo.
Cuando el ser humano se dedica a la política está dispuesto al escrutinio público. Para analizar sus acciones, amparado esto, en el artículo séptimo de la Constitución general de la República.
Se ha hablado de las llamadas “De verdades históricas”. Lamentablemente son las menos las que han dado honor a la historia nacional. Ya que el más elevado porcentaje de estas, ocultan crímenes, corrupción, la subestimación a la condición y dignidad humana.
El robo al erario federal, el ejercicio del autocratismo de la dictadura, donde denuncias como las de las Guacamayas verdes, la casa gris y el señor cash, son indicadores de una prostitución de la ética política. Pudiéramos señalar ejemplos como el crimen de Estado de Luis Donaldo Colosio que germinó en el interior de quienes se decían sus amigos. Algo tiene que explicar sobre esto, Carlos Salinas de Gortari.
Ayotzinapa. La reducción de un presupuesto en lo que va del sexenio, substrayéndole al sector salud más del 60% de su aplicación en plena pandemia y de esta forma quedaron inermes muchas instituciones. No alcanzamos a comprender el por qué no se explica la claridad que llevó a Lucio Cabañas a subirse a la sierra.
El por qué al presidente se le entregan plenos poderes los diputados y senadores que se supone que a su juicio son los excelentes de los que se va a aplicar en más entidades de la República, sin que haya poder alguno que audite al jefe de la Nación.
Secuestros, delitos pre fabricados, se acude a la consigna de una doctrina que a palabras más, palabras menos dice: A los descamisados tírales con las migajas, convence a los intelectuales o sino cómpralos y sino, asesínalos y con taladros mételes la idea que el Estado por decreto será Dios. (Consejos de Fidel Castro a Hugo Chávez).
No han querido entender la imposibilidad de un estado gobierno con un solo periódico, con un solo medio electrónico, con un solo programa educativo sin la participación de capitales públicos y privados, ahorcando la economía nacional, negándoles los fideicomisos a los universitarios, a los campesinos para que produzcan, y así convertirse en un solo polo de atracción. ¡Uta madre! que forma de interpretar la teoría de una Revolución continuada, porque después de un conflicto interno en una nación, debe procederse a reconstruir por la vía pacifica y no con tanque de guerra y bombas. Salúdennos a Stalin.
Ese es el panorama que ha querido permeabilizar al mundo. Ucrania, Cuba, Venezuela, y ese fantasma ahora se enseñorean con aquellos alcahuetes oficiales, hampones de la política para el beneficio propio.
Por esa razón en 4 renglones vamos a decir 4 granos de oro. Francisco José Mújica, y José Mojica. El primero el revolucionario y más limpio que ha tenido este país y que puso en su lugar a Carranza y José Mojica el más pobre de todos los estadistas que ha tenido Uruguay. Ejemplos que deberían seguir Manuel Bartlett “el bandido luminoso”, Gattel “el rey del paracetamol” el secretario de gobernación metiendo las narices donde no le llaman y López Obrador coordinador general de toda esta cáfila de buenos para nada.
La frase de este día.
Es hora de poner orden por la tranquilidad de los hijos de nuestros hijos. Y si los militares no van a entender que corren con una fama, desde el porfiriato a la Fecha, donde todos los méritos se vienen abajo porque se supone que sus raíces vienen del pueblo.
Recuerden siempre lo que decían Mao- Tse- Tung; ” Hay desorden el cielo”