Sudcalifornidad
Maestro Domingo Carballo Félix: símbolo de nuestra identidad.
Siempre me acuerdo de Él y ayer con mayor intensidad ya que se conmemoro un aniversario más de su fallecimiento. Mucho antes de las ocho de la mañana ya se encontraba en la Normal vistiendo un pantalón de caqui, zapatos negros, camisa formal doblándose los puños dos o tres vueltas en ambos brazos, un chaleco verde o gris y observando fijamente hacia el Este de la ciudad. Se había amanecido de pelos, no contestaba el saludo pero había que verlo sonreír y muy a pesar de una nariz pronunciada en un estudio fotográfico lo capto magistralmente el maestro Aníbal Angulo Cosió, se le iluminaba el rostro.
Había nacido en un lugar llamado los inocentes en el litoral del pacifico y en alguna ocasión en San José del Cabo me llevo a casa de la familia Ruiz y me introdujo a la recamara donde según sus palabras había pasado sus días más dichosos. Había contraído matrimonio con la señorita Josefina Ruiz quien murió muy joven. Jamás se volvió a casar.
Hombre sobrio, intimaba con la familia Angulo Cosió a quien profeso cariño y respeto.
En una ocasión una docena de jóvenes lo encararon para exigirle lo que a juicio de ellos faltaba en la escuela y en el internado de varones. El caponero le dijo: “usted nomas se la lleva diciendo refranes”. Don Domingo era afecto a educar porque tenía una gran variedad de refranes por ejemplo expresaba: “Dime con quién andas y te diré quien eres”. Seguían los reclamos y el buen viejo seguía firmando documentos. Nomás volteaba y los miraba. Uno de ellos le dijo: nos vamos a quejar a la presidencia de la república. Se volteo de lado y mostrando la lengua les brindo una sonora trompetilla:”Prrrt”.
Sería muy extenso hablar de él y los espacios en los periódicos son cortos. En otra ocasión me comentaron que el suscrito estaba haciendo sus averías en la escuela. Me llevaron para verlo, me llamo a la prudencia y como mi señor padre lo había hecho enojar también me dijo: “A ti no te engendró tu papa”. Y pregunte ¿Por qué? : “no te engendró, te zurró”.
Por sus méritos en vida le fue dado el titulo maestro de maestros. En la plaza cívica se organizó un festival con sabor sudcaliforniano. Cocineras improvisaron en hornillas de piedra tortillas de harina, machaca, café colado, etc. El escenario creado con cactus, choyas y ramas de mezquite. Llego el momento de los discursos y le toco su turno y hablo de muchos muchachos que ya no volverían jamás a esta tierra y que otros si lo harían y concluyo diciendo en el pináculo de la modestia: “No creo haber hecho tanto para merecer tanto”.
La frase de hoy es: en la humildad reside la grandeza de los seres humanos”.