Miguel Ángel Alba Díaz
Por gracia de Dios y de la Sede Apostólica
Obispo de La Paz
en la Baja California Sur
A TODO EL PUEBLO DE DIOS
QUE PEREGRINA EN LA BAJA CALIFORNIA SUR.
Ante la pandemia del COVID 19 que se encuentra en nuestra patria y amenaza con llegar a nuestra tierra sudcaliforniana, mientras no se dicten desde la Secretaría de Salud otras medidas, hacemos a nuestros sacerdotes y fieles las siguientes recomendaciones:1. No ceder al pánico, ni difundir rumores que puedan causarlo o incrementarlo, sino mantener viva y fuerte nuestra fe en Dios y hacer mucha oración personal y en familia.2. El trato entre familiares y amigos siga siendo el más normal posible, tomando siempre en cuenta las indicaciones de prevención que nos den las Instituciones de Salud Pública, entre ellas la higiene personal, lavándonos frecuentemente las manos, salir lo menos posible de casa y evitar al máximo el contacto físico con otras personas.
Así mismo, en relación con las actividades litúrgicas y pastorales propias de nuestra Iglesia Particular, habiendo escuchado el consejo de fieles laicos cualificados en el sector salud y también a los sacerdotes que conforman el consejo de pastoral diocesano, hemos llegado a las siguientes disposiciones:1. Los Templos permanecerán abiertos en domingo y entre semana y seguirá habiendo celebraciones en nuestras Parroquias y Rectorías; incluso buscaremos celebrar en barrios para evitar que los fieles recorran distancias largas que puedan poner en riesgo su salud.2. En donde sea posible y las circunstancias lo permitan, prefiéranse las celebraciones al aire libre y las que haya necesidad de celebrar en recintos cerrados, que estén lo más ventilado posible y que se guarde distancia entre las personas en las bancas.3. Las celebraciones y ceremonias deberán ser breves, pero dignas; sin apresuramientos, ni alargamientos innecesarios.4. El mandamiento de participar en Misa los domingos y fiestas de guardar fue instituido por la Iglesia y, por las presentes dispensamos a los fieles, sobre todo a los adultos mayores y personas vulnerables, de su obligación de cumplirlo.5. Sin embargo, el mandato de santificar las fiestas fue dado por Dios y no podemos dispensarlo, por lo que, quienes no asistan a Misa deberán cumplirlo en su propio hogar o barrio, siguiendo la Misa por los medios de comunicación o de algún otro modo sugerido por sus párrocos.6. También podrán hacerlo participando en la Eucaristía en alguno otro día de la semana, lo cual ayudará para estar más distanciados físicamente, dentro o fuera del templo.7. Las celebraciones ya establecidas de bodas, bautismos, etc., siguen en pie, pero recomendamos llevar la menor cantidad posible de invitados, guardar entre ellos las prudentes distancias y limitar prudentemente las muestras de afecto y felicitación.8. Las celebraciones grupales de confirmación y primeras comuniones programadas de aquí a finales de abril, se pospondrán hasta fecha oportuna.9. Acerca de las celebraciones de Semana Santa, a su tiempo daremos instrucciones e indicaciones a las comunidades y fieles.10. El saludo de la paz se dará sin contacto físico y sólo mediante palabras, gestos y sonrisas amables y fraternas.11. Los ministros ordinarios y extra ordinarios de la comunión deberán lavarse las manos con agua y jabón ante el pueblo, inmediatamente antes de comenzar a distribuirla y al acabar de hacerlo. Durante este tiempo y para protección de ellos mismos, los ministros extraordinarios mayores de 60 años no distribuirán la comunión12. La Comunión se dará a los fieles en la mano y sólo bajo la especie de pan, pidiéndoles manifestar señales de fe, devoción y respeto a la Sagrada Eucaristía.13. La colecta, más necesaria que nunca en estos momentos críticos para cumplir nuestra misión eclesial, por razones de higiene, se hará hasta después de recibir la Sagrada Comunión.14. El Sacramento de la Reconciliación se hará en confesionarios que interpongan un lienzo entre los rostros del confesor y del penitente15. Para las unciones sagradas y ritos que impliquen contacto físico, el celebrante deberá lavarse las manos antes y después de hacerlas.16. Los sacerdotes y ministros atenderán a los fieles enfermos y ancianos que lo requieran en sus hogares y clínicas, observando las debidas cautelas17. Por último, quedan canceladas las reuniones de grupos, asambleas, congresos, pascuas juveniles, la catequesis, etc., hasta que no se disponga otra cosa.
Con nuestra confianza puesta en Dios, que es nuestra fuerza y que nunca defrauda a quienes ponen lo que está de su parte, estamos seguros que, con su gracia y bendición, todos saldremos adelante de esta crisis. Las presentes disposiciones entran en vigor a partir de hoy, y seguirán vigentes hasta que no demos nuevas indicaciones.
Invito a los sacerdotes a que ayuden a los fieles a reflexionar sobre los acontecimientos difíciles que estamos viviendo, como una señal de los tiempos, a través de la cual Dios nos habla, pero siempre en la perspectiva evangélica de la Buena Nueva de un Dios que nos ama y que no busca el castigo, ni la muerte, sino que nos convirtamos y tengamos vida en abundancia; de un Padre que tiene hacia nosotros proyectos de paz, de amor y de salvación.
Imploremos la intercesión de Nuestra Madre de Guadalupe que dijo al angustiado San Juan Diego: “Es poco lo que te angustia y aflige, ¿Acaso no estoy aquí, yo que soy tu Madre?”
En la Ciudad Episcopal de La Paz a los 18 días de marzo de 2020.
Con mi afecto y bendición pastoral:
+ Miguel Ángel Alba Díaz
Obispo de La Paz
Pbro. Lic. Dizán Enrique Aldaz
Secretario-Canciller