¿QUE SE PRETENDE PREVENIR REALMENTE?
Por: Francisco Javier Angeles Villarreal
La prevención consiste en evitar que algo suceda, desde luego que hablamos del delito, de conductas prohibidas por el Código Penal, y cuando abordamos el tema de prevención debemos preguntarnos con seriedad cuales son las causas que generan el evento criminal. Ha quedado claro, que los delitos que se encuentran en el ordenamiento legal con una pena excesiva debería de persuadir a quienes dan comisión a delitos como homicidios, pero en realidad los grupos criminales han desafiado toda prohibición y estructura operativa del Estado. Tenemos un problema social bastante enorme y la prevención no le corresponde únicamente al Gobierno en turno, sino a todos como sociedad involucrados e interesados, pues el delito siempre existirá en una sociedad, difícilmente podemos imaginarnos que el delito va a desaparecer pues proviene de una conducta humana, de una persona, necesitaríamos que extinguiera la especie humana para lograr concebir que los delitos desaparecerían por completo, pero esa no debe ser la justificación para no entrar al tema de fondo.
Quizá el tema de la prevención no ha sido llevado a cabo diligentemente y con verdadera pulcritud, pues es bien sabido que hay prevención que se centra en las causas de la criminalidad, es decir, abordan los temas acerca de las causas que pudieron empujar a una persona a delinquir; bien lo mencionaba VON LIZT distinguido jurista y penalista alemán, insistía que la mejor política criminal era una política social, ciertamente casi nunca sucede, gozamos de ausencias de programas de calidad enfocados en abordar temas como la prevención, ese tipo de programas que suelen consistir en acceder a viviendas dignas, trabajos con buena remuneración económica, programas de educación referentes a la prevención, programas dedicados a que la persona se desarrolle completamente en la sociedad, estos programas tienen un alto costo económico, pocas personas acceden a un nivel de vida distinto, me atrevo a comentar que implementar programas sociales como los antes mencionados tienen un alto costo económico, incluso mayor a los de un sistema penal, entonces resulta más cómodo para gobiernos no seguir estos programas con un destino correcto de los recursos, normalmente este tipo de programas son implementados en países con mayor flujo económico, que le apuestan a un estado del bienestar del ciudadano, operando programas culturales, económicos y educativo, donde tienen planteles educativos de calidad referente a los docentes y método que se imparte, más escuelas con acceso a todas las personas, sin limitaciones de ninguna índole.
La otra forma de prevenir el delito, viene siendo la que comúnmente tenemos en nuestras calles, mas patrullaje, más inversión en armamento y equipo para los policías, este tipo de prevención se supone que no aborda los orígenes del delito, sino que hace frente al problema en concreto, actúa en corto o mediano plazo para abatir el delito, va en conjunto con el tema del sistema penal, las acciones de los legisladores donde incrementan las penas, crean nuevas figuras delictivas, jueces, fiscales y policías actúan en un engranaje en conjunto cuando aparece el delito, se pretende aumentar la seguridad ciudadana mediante más patrullaje o más policías en las calles, y me genera una interrogante ¿se ha logrado disuadir a quienes dan comisión a delitos terribles?, ¿Por qué no existe respeto hacia la figura más fuerte que posee el Estado, la Seguridad Publica?, ¿Qué necesitamos hacer como ciudadanos si a nuestros cuerpos de seguridad no los respetan?, ¿no ha servido tanto recurso monetario destinado en Seguridad Publica?, ¿Dónde está la falla?
Y, finalmente existe otra prevención, la más sensible en mi opinión, y donde jamás se le aborda con seriedad, la población penitenciaria, personas que cometen delitos; centrarse en evitar la reincidencia, esta prevención actúa cuando el delito ha aparecido, se ha cometido y existe un responsable que es perseguido y condenado penalmente para que cumpla con una pena de prisión, ciertamente las penas son siempre excesivas; cuando se encuentra la persona cumpliendo una pena son tratados como cosas en los centros penitenciarios, aparecen graves violaciones a derechos humanos en las prisiones, existen celdas de castigos inhumanas, se imponen castigos excesivos, no se cuenta con un tratamiento personalizado por la falta de recurso económico para que la persona que se encuentra cumpliendo una condena no cometa nuevamente un delito, es decir, una asistencia post- penitenciaria para personas que obtienen su libertad, ese sector tan vulnerable que siempre son etiquetados por la misma sociedad por haber cometido un error en sus vidas, son señalados y apartados de quienes aún no han estado en prisión, se les expide carta de antecedentes penales, pocas veces los contratan en un espacio laboral, y como consecuencia la persona al no tener un empleo formal, al ser señalado erróneamente por la propia sociedad se aparta y en ocasiones vuelve a delinquir. El Sistema Penitenciario debe tener personas que cumplan un perfil y se destine recurso económico suficiente para que exista un verdadero programa personalizado que logre ayudar a quien está enfrentando una pena o es liberado para brindarle una asistencia post-penitenciaria y evitar una inversión excesiva sin resultados concretos.
Por último, el costo promedio de una persona en prisión es de $ 150.00 ciento cincuenta pesos por día, tenemos penales con una población penitenciaria de 1000 mil personas, que genera un costo por día de $150, 000,00 ciento cincuenta mil pesos moneda nacional por día y $4, 500,000 cuatro millones quinientos mil pesos moneda nacional por mes en mantener a una población penitenciaria que no goza de programas para lograr una verdadera reinserción social.
Al año, únicamente por un Centro Penitenciario con una población de mil internos, generaría un costo de $ 54, 000,000 cincuenta y cuatro millones de pesos. La pregunta obligada es ¿Qué desean prevenir realmente y cuándo?, ¨
¿Acaso no tenemos recursos económicos para hacer frente a estas tres prevenciones, o donde queda finalmente la postura de garante del Estado hacia nosotros los gobernados?
FRANCISCO JAVIER ANGELES VILLARREAL
Abogado penalista