.-DE JUSTICIA, RECONOCER AVANCES CONTRA LA VIOLENCIA Y LA DELINCUENCIA
“En ningún momento es la libertad de expresión más preciada que cuando uno se golpea el pulgar con un martillo”, dice el redactor de prensa Estadounidense Marshall Lunsden.
Y es que cuando algo nos afecta directamente, se patalea, se grita y se protesta, ignorando lo que ocurre a nuestros semejantes, e incluso la desgracia del vecino o el pariente lejano, es tema de burla y si acaso curiosidad.
Y el Facebook, con sus redes sociales, se ha convertido en una excelente herramienta para ello.
Se critica sistemáticamente al Gobierno –de cualquier partido- y sus instituciones, más aun en temas tan sensibles como la Seguridad Publica, Procuración e Impartición de Justicia, sin aportar medidas de solución ni acogerse al cumplimiento de Leyes y reglamentos, como la regularización de vehículos o evitar el polarizado excesivo, entre otras.
Se resalta la falta de resultados, y al mismo tiempo se sirve de “halcón” de los criminales, anunciando puntos de revisión o recorridos de contención y vigilancia.
Y ante los resultados, se evapora de la mente la desgracia que han traído a la sociedad quienes a través de crímenes, secuestros y extorsiones, pretenden mantenernos como sus rehenes; todo con el afán de que le vaya mal al contrincante político, simulando un apostolado que están lejos siquiera de representar.
Uno de esos casos se dio tras la aprehensión de Carlos Enrique Mejía Barraza, el Lucifer, un mocoso de 19 años, que desde su minoría de edad se inicio en el delito, en su natal Sinaloa.-
“Es un chivo expiatorio”, “ese chamaco no puede ser jefe de sicarios”, “tiene cara de niño y el pin…Gobierno lo va a culpar de todos los crímenes”, fueron –entre muchas más- las expresiones que se hicieron en Facebook.
Un “niño” que se divertía con un fusil AK-47, calibre 7.62 x 39, conocidos como “cuerno de chivo”, provisto de dos cargadores unidos con cinta masking tape, 84 cartuchos extras, dos bolsas con mariguana, dos bolsas con cristal, 24 dosis de esa droga, una bascula electrónica y una veladora a la santa muerte.
Su captura no fue producto de la casualidad, sino de investigaciones de campo y gabinete de la Policía Ministerial del Estado, que lo ubica como el principal sospechoso en la muerte de los Agentes de esa corporación, Miguel Ángel Castro Romo, de 47 años y Luis Alberto González Corrales, de 28, atacados a mansalva cuando circulaban en su patrulla Nissan, Sentra, oscuro, por la colonia San Bernabé, de San José del Cabo.
Ambos pertenecían a la Unidad Especializada en Investigacion de Homicidios Dolosos y su Judicializacion, zona Sur, y realizaban indagaciones sobre una serie de ejecuciones atribuidas a Carlos Enrique Mejía Barraza, el Lucifer, y su grupo de las Fuerzas Especiales de Dámaso (FED), a cargo de Dámaso López Núñez, el Licenciado y Dámaso López Serrano, el Minilic, compadre y ahijado de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo Guzmán.
También se vincula a ese mafioso con el artero ataque perpetrado la mañana del 6 de Noviembre del 2016, en la llantera “Marrufo”, ubicada en las calles Francisco J. Mujica, colonia Indeco, donde murieron dos inocentes; el aseador de calzado Alberto Rojas y el empleado de Pemex y promotor de ciclismo, Ernesto Núñez.
Pereció ahí el presunto narco-menudista José Manuel Cota Castro, el Pelón y resultaron heridos Víctor Manuel Reyes Polanco, Pablo Valdez y Jorge Geraldo.
Mejía Barraza, el Lucifer, fue acusado inicialmente de delitos contra la salud, portación de arma de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Mexicana, privación ilegal de la libertad y homicidio, pero seguramente deberá enfrentar otras acusaciones por delitos Federales y del fuero común.
Es tan “importante” para las Fuerzas Especiales de Dámaso (FED), que el miércoles 8 de Marzo se le intento rescatar. Mientras comparecía ante un Juez de Control en el edificio del Poder Judicial de la Federación, del Nuevo Sistema de Justicia Penal, se alerto sobre una supuesta bomba, pero las autoridades no cayeron en el garlito.
Siendo un mocoso (revista Expresión, numero 401, del 31 de Julio del 2015), Carlos Enrique Mejía Barraza, el Lucifer, que dice ser originario del Dorado, Sinaloa, llego al Estado y se convirtió en el sucesor de Cruz Alfonso Lozoya Uriarte y/o Abel Nahúm Quintero Manjarrez, el Grande, que a sus 20 añós era jefe de sicarios de las Fuerzas Especiales de Dámaso (FED), capturado el 28 de Mayo del 2015 en Francisco J. Mujica y Pino Payas, tras un enfrentamiento que dejo a dos de sus pistoleros muertos.
Por su sistemática oposición al Gobierno y sus instituciones, hay gente que sigue considerando inocente al desalmado y peligroso delincuente, sin saber quizá que su captura implico noches de desvelo, hambre y temor ante las falta de apoyo.
Un agravio para Policías y Militares que planearon y ejecutaron su captura y preocupación para sus familias que ven, escuchan y sienten los reclamos “porque no se hace nada” y luego los reproches “porque detuvieron chivos expiatorios”.
Lo mismo pasó tras la detención de Simón Guillermo Hernández Peña, el Simón o el Sepulturero, que con solo 19 años era ya un torvo asesino. Pero para los agoreros del fracaso y los opositores a todo, era un “ladronzuelo de poca monta” y un “chivo expiatorio más”.
Cayo el 29 de Mayo del 2013 (revista Expresión, numero 337, del 15 de Junio del 2013), siendo acusado –junto con otros hampones- de haber secuestrado, torturado, asesinado y sepultado de forma clandestina, en fosas de la colonia Tabachines, a Abel Leal González, el Buena Onda, Damaris Karina Márquez Moreno, la Damaris, Juan Javier Medina Corral, Carlos Antonio Cota Cervantes, el Charly y otros.
Se le detuvo tras de que un día antes -28 de Mayo- intentara secuestrar al hampón Cristhian Enrique Romero Altamirano, el Kike, de una casa de la colonia Las Américas, donde también estaba su esposa Paulette Viridiana Mendoza Lizardi (hallada muertas después en la playa el Comitan), Leidy Isabel Álvarez Amador, Roberto Hirales Avilés, Arturo Ernesto Gómez Espinoza, el Sonrics y Jesús Lorenzo Chávez Ortega.
“Impulsada” por la defensa de Hernández Peña, el Simón o el Sepulturero, en redes sociales y “animada” por otras cosas, la polémica Juez III de primera instancia Rosario del Carmen Palacios Montaño, lo libero el 13 de Julio del 2015, en una determinación que hundió aun mas en el descredito al Poder Judicial.
Se dedico a matar a los testigos en su contra y el 19 de Agosto de ese mismo año a las 22:00 horas, fue balaceado en las calles Gilito Arreola y Forjadores –frente a Soriana y unan gasolinera-, cuando viajaba en un auto Chevrolet, Malibu, blanco, vidrios polarizados, modelo reciente y sin placas.
La noche del 12 de Agosto, junto con su esposa y otra mujer intento salir del Hospital Juan María de Salvatierra, donde habían sido internados con herida de bala en el lado derecho del tórax, hombro y antebrazo del mismo lado, con fractura expuesta.
Se solicito y obtuvo una orden de aprehensión del Juez I de primera instancia Bárbaro Valenzuela Serrano, que fue ejecutada por la Policía Ministerial del Estado el 13 de Agosto a las 18:00 horas, por homicidio calificado con premeditación y alevosía, en agravio de Damaris Karina Márquez Moreno, la Damaris, Abel Leal González, el Buena Onda y Carlos Antonio Cota Cervantes, el Charly.
A partir de ahí el “ladrón de poca monta”, como lo calificaban en redes sociales, tomo el control del penal para el tráfico y venta de drogas, extorsiones y ejecuciones. Sus excesos llegaron a tal extremo que la madrugada del 5 de Septiembre del 2016, se decidió poner un freno a su carrera delictiva.
En un cateo a su celda se aseguraron 143 mil 996 pesos, 205 dólares, 3 teléfonos celulares, 4 chips, 1 bascula electrónica, 4 dagas, 1 memoria USB, 1 calculadora, 8 “ladrillos” con mariguana, 1 bolsa con esa droga en “greña”, 1 bolsa con cristal y un rollo de bolsas de plástico para acondicionar dosis de droga y se inicio la averiguación previa FED/BCS/LPZ/0000374/2016ñ.
Solo así se le pudo enviar a un penal Federal de Hermosillo, Sonora, pero su operación en Baja California Sur aun tiene repercusiones. La detención del ex Director General de Ejecución, Prevención y Readaptación Social, Víctor Arcadio Viveros Villa (después absuelto), y del ex Comandante General de Custodios Francisco Javier Medina Moreno.
El atentado a balazos contra el ex Director del Centro de Reinserción Social (CERESO) Cesar Lorenzo Gómez Ríos; la muerte del Subjefe de Custodios José Zavala Fiol y del Custodio José Rosario Cadena Cota.
Esos son datos mínimos de la carrera delictiva de dos individuos, defendidos por quienes se niegan a reconocer aciertos del Gobierno. Los “chivos expiatorios” a los que se refieren en redes sociales.
A GRANEL—-
El decomiso de 751 kilos de mariguana distribuidos en 133 “ladrillos” en una “casa de seguridad” del crimen organizado en San José del Cabo, es un record histórico para la Policía Ministerial del Estado. En Marzo de 1982 se aseguraron 43 kilos en un motel de paso que funcionaba en inmediaciones de la Universidad de Tijuana, cuando se buscaba a los autores del robo y crimen en la joyería el “Brillante”. En Marzo del 2007, se aseguraron 83 “ladrillos” con 490 kilos de mariguana en una casa de la colonia Puesta del Sol, cerca de tienda Ley Las Garzas, a una banda compuesta por el “Chino”, el “Pollo”, el “Manolin”, el “Candil”, el “Beto” y el “Güero”. En Febrero del 2016, se decomisaron 60 kilos en una casa de la colonia Villas del Encanto, en un asunto que por ordenes del Procurador Erasmo Palemón Alamilla Villeda, se adjudico a la PGR…..Bueno, por hoy es todo, nos leemos la próxima, si otra cosa no sucede.