LA EXTORSION TELEFONICA CRECE Y CON ELLA LA IMPUNIDAD AL HAMPA
La extorsión telefónica crece entre la impunidad y la desconfianza social, por Leyes obsoletas y por tanto inaplicables, falta de voluntad y compromiso para investigar, así como la nula colaboración entre Procuradurías y Juzgados del fuero común y Federal.
La Policia cibernética –si en realidad opera- ha presentado pobres resultados, la mayoría de ellos basados más en la suerte que en indagaciones serias; al menos en Baja California Sur no hay ningún detenido por ese delito, que causa un grave daño psicológico y moral a la víctima y sus familiares.
Esa modalidad delictiva produce al hampa un botín millonario y rastrear el dinero es casi imposible; incluso si se identifica el número del aparato utilizado –la mayoría en penales-, la cuenta bancaria a la que se hizo el depósito, o el comercio donde se realizó el retiro, recuperarlo sería un hecho inusitado.
Por ello la Procuraduría General de Justicia del Estado ha optado por una campaña de prevención sin mucho alcance, recomendando en cuentas de Facebook que no se conteste llamadas de números desconocidos, que en caso de recibir amenazas cuelgue y llame a emergencias para denunciar el caso.
Pero no se les dice del Viacrucis por el que deberán transitar ni se les informa las escasas posibilidades de éxito. Obvio que el Ministerio Publico recibirá la denuncia, iniciara la carpeta de investigación, podría allegarse de datos como los antes citados, pero el avance está por verse.
Un 98 por ciento de las llamadas de extorsión son realizadas desde el interior de penales, principalmente en entidades como Tamaulipas, Sinaloa y Nuevo León. El representante social solicita a su similar de esos o cualquier otro Estado auxilio para colaborar en la indagatoria, pero por lo general –hay varios casos documentados-, se le contesta que debe ser un Juez quien haga tal petición.
Y si no tiene elementos para consignar el caso a un jurisperito local, los requisitos que exigen autoridades de otras entidades no se cumplen.
Por ello solo se difunden los números telefónicos señalados en denuncias por extorsión telefónica incluso algunos con LADA de La Paz y se recomienda no contestarlos. Podrían haber sido adquiridos aquí y operarlos desde otros Estados, o contar ya con bandas locales que ante las deficiencias para investigar, han hecho de ese delito su modus vivendi.
Entre las alertas locales se encuentran los siguientes; 612 19 40524, 612 19 43872, 612 12 78255, 612 19 41932, 612 10 72263, 612 11 78000, 612 10 05300, 612 10 05566, 612 10 05181.
Pero hay infinidad se aparatos; el 831 14 10407, 867 20 62408, 332 38 80700, 331 27 11547, 811 62 57419, 924 11 96409, 663 11 00834, 669 21 25395, 453 14 74164, 551 35 12059, 812 56 05260, 668 15 25992, 668 19 19391, 614 30 42677, 448 32 99842, 624 17 48027, 998 27 77710, 667 32 84532, 633 33 39857, 332 06 12373, 664 45 91728, 624 20 54239, 681 10 81475, 664 45 91728 y 811 94 50452.
Y como se dijo antes, ninguna de las denuncias en las que son señalados ha prosperado.
REMOLINO.
´Yo veo a un México con hambre y sed de Justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la Ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por el abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas Gubernamentales´. Es parte del discurso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el 6 el Marzo de 1994 durante la celebración el LXV aniversario del Partido Revolucionario Institucional. Por desgracia nada lo que veía el Sonorense, lo seguimos viendo todos –o la mayoría- de los Mexicanos….El Municipio de Los Cabos sigue siendo una de las zonas más caras del país. En el 2014-2015 una encuesta de costo de vida Nacional realizada por la Consultoría de Recursos Humanos Merger, tomando como base la ciudad de México lo ubico arriba de Cancún y Monterrey. Para el estudio se tomaron en cuenta nueve rubros que incluyeron vivienda, alimentos, transporte, comestibles, salud, entre otros. Pero también tiene un lugar preponderante en violencia y robos….Bueno, por hoy es todo, nos leemos la próxima, si otra cosa no sucede.