MASACRE INTERMINABLE
`Gente Armada de Culiacán a La Paz para hacer el relevo en la plaza. Alerte a quien tenga que alertar`, fue el mensaje que nadie atendió del 29 de Julio del 2014.
Era el génesis de una cruenta guerra que en tres años ha dejado centenares de muertos, heridos, `levantados` y desplazados.
De los `casos aislados` y la `lucha entre delincuentes`, han caído niños, hombres y mujeres inocentes, mal llamados `daños colaterales` por una Procuraduría de Justicia que cada vez da menos resultados contra el crimen organizado.
No hay porque conmemorar aquel 31 de Julio del 2014 cuando la celula del Cartel de Sinaloa se dividió, al no llegar a acuerdos en el paraje del kilometro 8.5 de la carretera La Paz-San Juan de Los Planes.
Pero si razones para recordar la omisión, corrupción y complicidad, que se ha traducido en impunidad para algunos líderes del narco-menudeo y sus células.
Desde un principio se vio involucrada la Policía Estatal Preventiva (PEP), e incluso se sospecha que parte de sus elementos fraguaron la resistencia al cambio de jefe, por temor a perder canonjías.
Al cambio de estafeta se opuso Edgar Amílcar Acosta Reyes, el Rayo, de 36 años, de Culiacán, Sinaloa, secundado por otros mafiosos, lo que desato una balacera en la cual intervinieron 18 personas.
Evidencias levantadas por la Dirección de Servicios Periciales, indican que esa noche se dispararon 220 proyectiles con 15 armas diferentes; once rifles AR-15, calibre 2.23, dos rifles AK-47, calibre 7.62 x 30 y dos escuadras calibres 9 milímetros. Solo se encontró un arma Glock, fabricada en el 2010 y un cargador para rifle AK-47, calibre 7.62 x 30.
Ahí fueron acribillados Jesús Esteban Espinoza Velázquez, el Pantera, de 27 años, del Dorado, Sinaloa, jefe de sicarios de Dámaso López Núñez, el Licenciado, quien quedaría al frente de la `empresa` en la entidad.
Jorge Enrique Urquiza Portillo, el Moreno o el Ferrari, de 41 años, de Culiacán, Sinaloa, quien portaba una credencial de la Secretaria de Finanzas del Gobierno del Estado de Baja California Sur.
Alberto Montero Lizárraga, el Betillo, de 36 años, de Mazatlán, Sinaloa, detenido en Mayo del 2010 con la tripulación del barco `Tlaloc`, con tres toneladas de cocaína transportadas del Perú.
Edgar Amílcar Acosta Reyes, el Rayo, resulto con herida de bala en el glúteo derecho, siendo implicado en la averiguación previa LPZ/032/2014, por homicidio calificado.
Sin embargo, en cuestión de horas sus Abogados tramitaron el amparo 670/2014 ante la Justicia Federal, siendo liberado sin que la Procuraduría General de Justicia del Estado interpusiera algún recurso legal, pese a que le resulto positiva la prueba de radiosonato de sodio, estuvo en el lugar de la triple ejecución y era obvia su relación con la delincuencia organizada.
En el lugar de la reunión que resulto en enfrentamiento, estuvieron Rolando González Moreno, el Compadrón, capturado por el Ejército y la SEIDO el 29 de Enero del 2015, en una casa de seguridad del callejón 2, en el exclusivo fraccionamiento Granjas Agrícolas, en posesión de dos armas cortas, una granada de fragmentación, cartuchos, cristal y mariguana.
El delincuente, hoy preso en el penal Federal de Hermosillo, Sonora, llego al predio del kilometro 8.5 en un pick up, Silverado, oscuro, blindado, placas CE-85-173, acompañado del ex Agente de la Policía Ministerial Carlos Antonio Hernández Mayoral, el Mayoral.
Este último fue `levantado`, torturado e incinerado la madrugada del 12 de Octubre del 2014, en el kilometro 38 al Norte de La Paz, dentro de un auto Volkswagen último modelo, junto con Antonio Rico Castro, hermano de un Agente de la Policía Estatal Preventiva (PEP) y Mario Alberto López García, el Junior, de Badiraguato, Sinaloa.
Otros lo hicieron en una camioneta Nitro, blanca, modelo reciente, vidrios polarizados, placas 043-PMZ-3; un Volkswagen, Jetta, gris, matrícula CZN-35-71 y una vagoneta Grand Cherokee, blanca, sin placas.
Acudió además Ranulfo Portillo López, la Muñeca, de 32 años, ejecutado a balazos el 29 de Agosto del 2015 en el centro de Culiacán, Sinaloa, cuando conducía un pick up, Nissan, Frontier, matrícula UE5759.
Era uno de los cabecillas de la banda `Los Pepillos` junto con sus hermanos Wenceslao y Valerio, además de José Fernando Torres Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres.
En la lista sigue Fernando de Jesús Estrada Martínez, el Mono, en ese entonces Agente activo de la Policía Estatal Preventiva (PEP), quien llego en una cuatrimoto roja con negro, sin placas. Se dice que hoy tiene mando en la celula del Norte.
También estuvo presente su compañero de corporación Javier Aurelio Parra Mungaray, el Parra, que nunca aprobó el examen de control y confianza, e incluso en Mayo del 2008 balaceo al narcomenudista Arturo Velarde Martínez, el Mochomo.
Otros son Luis Antonio Montoya Beltrán, el Montoya, (ejecutado el 5 de Mayo del 2016) quien llego al liderato de la zona Norte con el apoyo de Abraham Cervantes Escarcega, el Babay. De ser ladrón de poca monta, detenido el 29 de Enero del 2006 con cartuchos útiles, Montoya Beltrán, el Montoya, llego a controlar a corporaciones Policiacas locales.
En la balacera del 31 de Julio del 2014, participo también Federico Gaxiola Osuna, el Pikas, el Cabezón o el Ingeniero, Mazatleco de 29 años, ejecutado el 10 de Septiembre del 2014.
Audencio Yobany López Beltrán y/o Hedber Adrian Gandarilla López y/o Héctor Sánchez, el Héctor, ejecutado el 5 de Abril del 2015.
José Francisco Ojeda Torres y/o José Fernando Torres Montenegro, el Pepillo e Iván Ojeda Montenegro, este último dueño de las placas CZJ-52-40, sobrepuestas a un Volkswagen, Jetta, hallado en la escena del tiroteo inicial. Ambos son hermanos de Jesús Humberto Ojeda Montenegro, el Tito, detenido por el Ejército con un cargamento de cocaína, cristal y mariguana y a través del cual controlaban el CERESO Paceño
A partir de la noche del 31 de Julio del 2014 las narco-ejecuciones no han mermado y suman centenas en tres años de hostilidades. En el sexenio anterior y con otros funcionarios al frente de la Procuraduría General de Justicia del Estado, se dieron golpes espectaculares a la delincuencia y se desmantelaron varias células.
Uno de los primeros en caer fue Víctor Martínez Barraza, el Vidal, el Víctor o el Diputado, de San Ignacio, Sinaloa, con sus pistoleros José Manuel Becerra Osuna, Juan Manuel González Montaño, Giovanny Alejandro Abundez González, Rosendo Onassis Rúelas Barraza y Monserrath Guadalupe Villa Arciniega, a quienes se aseguro un arsenal y se rescato a Karla Guadalupe Lugo Beltrán, `levantada` del antro `El Paraíso`.
Confesaron haber dado muerte a Luis Felipe Leyva Guzmán (primo de los Beltrán Leyva), Carlos Antonio Mayoral Hernández, el Mayoral, Mario Alberto López García, el Junior, Tomas Antonio Rico Castro, Iván Castro Sandoval, Jorge Molina Alarcón, Saúl David Gutiérrez Nuño, Juan Cesar Hamburgo, Carlos Castro Hale, el Güero, Eduardo Francisco Victorio Santamaría, Adauto Sarabia García,
Se aprehendió al ex Agente de la Policía Ministerial Juan Antonio Martínez Rosas, el Furby, junto con sus sicarios Juan Servando Robles Celis, Aarón Aguirre Bueno y Arturo Eleuterio Castro Aguilar, quienes tenían en su poder armas largas, cortas, cartuchos y droga, en la casa numero 223 de la calle Terranova, en el fraccionamiento del mismo nombre.
Están siendo procesados por los homicidios de Jesús Daniel Quiroga Pichardo y Walter Argenis Salazar.
Otro severo golpe a la delincuencia organizada se registro el 28 de Mayo del 2015, con la captura tras un enfrentamiento a balazos, de Cruz Alfonso Lozoya Uriarte y/o Abel Nahúm Quintero Manjarrez, el Grande, cuando circulaba junto con sus pistoleros en una camioneta Chevrolet, Tahoe, blanca, placas CZN-20-16, por las calzadas Pino Payas y Francisco J. Mujica.
Junto con el mafioso fue capturado Luis Diego García Villarreal y fueron abatidos Gabriel Antonio González Leal y Luis Enrique Amezquita Escudero, quienes llevaban consigo rifles de alto poder, granadas y cartuchos de diverso calibre.
Cruz Alfonso Lozoya Uriarte y/o Abel Nahúm Quintero Manjarrez, el Grande, junto con su subalterno José Ángel González Portillo (ejecutado en Noviembre del 2015 en Ignacio Ramírez y Legaspy), están relacionados con 19 homicidios en La Paz y 3 en Sinaloa.
Entre ellos los de Jesús Esteban Espinoza Velázquez, el Pantera, Alberto Montero Lizárraga, el Betillo, José Enrique Urquiza Portillo, el Moreno o el Ferrari, Gerardo Geraldo Méndez, el Gera, José Ramón Sánchez Quiroz, Rosendo Jesús Acevedo Amador, el Chendo, Guadalupe Torres López, la Medoly, José Federico Gaxiola Osuna, el Pikas, el Cabezón o el Ingeniero, José Helidoro López Rodríguez, el Elio, Danny Algarith Castro Avendaño, Francisco Javier Chávez Pérez, el Chinola o el Panchito, Juan Manuel Amador Avilés, Carlos Miguel Calderón Hinojosa.
A principios de este Gobierno (19 de Septiembre del 2015) pero con el equipo del Procurador General de Justicia Adonaí Carreón Estrada, fue capturada en el aeródromo de Cabo San Lucas, cuando pretendía abordar un avión que la llevaría a Culiacán, Sinaloa, Melissa Margarita Calderón Ojeda, la China o la Mely, Paceña, de 31 años, líder de las `Fuerzas Especiales de Dámaso`.
Antes de eso, la Policía Ministerial del Estado había capturado a su principal estructura delictiva; Pedro Héctor Gómez Camarena, el Chino, Sergio Núñez Beltrán, el Scar o el Tatuado, Pedro Cisneros Silva y/o Edgar Leonel Meraz Félix y/o Edgar Leonel Palacios, el Peter y Adrian Medina Velázquez, el Contador o el Moreno 5.
A la banda se le relaciona con los crímenes de Humberto Juárez Lucero, el Maleno, Jesús Abraham Sánchez Martínez, Anacleto Sáenz Alarcón, el Cleto, Juan Carlos Bareño Avilés, el Juanito, Martin Guadalupe Cota Castro, Fernando Antonio Alvarado, Audencio Yobany López Beltrán y/o Edber Gandarilla López y/o Héctor Sánchez, el Héctor, Jesús Alfredo Ávila Espindola, el Toro, Erick Dávalos Von Borstel, Víctor Manuel Alvarado, el Negro Puchas, Rogelio Torres Franco, el Tyson, Lourdes María Arce Vaca, la Lulú, Martha Elena Mayorquin Niebla, Martin Alonso Almeida Fausto, entre otros.
Además del secuestro de Cesar Darío Lieras Villaviscencio y Marco Antonio Espinoza, Capitanes de la empresa `Pando`, el 11 de Febrero del 2015 cuando estaban hospedados en las habitaciones 114 y 116 del hotel La Purísima, de las calles 16 de Septiembre y Aquiles Serdán.
Otro de los líderes de la delincuencia y principal instigador de la violencia, Abraham Cervantes Escarcega, el Babay, fue capturado por personal de la Marina Armada de México el 19 de Junio de este año en el exclusivo fraccionamiento Pedregal de Cabo San Lucas, con 2 armas largas, 2 cortas, droga y más de 19 millones de pesos en efectivo.
Este sujeto coludido con autoridades, había simulado su muerte el 4 de Agosto del 2011 en Cabo San Lucas y el 13 de Julio del 2014 en Sinaloa de Leyva; a punto estuvo de burlar a la Justicia de nuevo, pues un Juez lo libero mediante una fianza de 50 mil pesos, pero fue reaprehendido por la SEIDO en base a una orden de aprehensión por delincuencia organizada.
Aun hay lideres y sus subalternos prófugos como Alfredo René Bastidas Mercado, el René o el 00, compadre de Abraham Cervantes Escarcega, el Babay y ex jefe de Luis Antonio Montoya Beltrán, el Montoya (ejecutado), Rolando González Moreno, el Compadrón (preso) y Fernando de Jesús Estrada Martínez, el Mono, todos pertenecientes al Cartel del Norte.
Raúl Castillo de la Rosa, el Cochi, ex jefe de sicarios de las `Fuerzas Especiales de Dámaso`, quien según familiares fue `levantado` a finales del año pasado y se desconoce su paradero. En la época de los noventas fue detenido por la PJF por realizar disparos con una subametralladora `hechiza` y en el 2013 fue capturado en Cabo San Lucas, con una camioneta Nissan, Pathfinder, 1994, blanca, robada.
(Articulo condensado)