La osadía del Rayo; enfrente a los de su calaña, pero no se meta con las instituciones o aténgase a las consecuencias
Esa frase –palabras mas, o menos- dicha por el Presidente Gustavo Díaz Ordaz a un lider del movimiento estudiantil de 1968, se acomoda hoy -48 años después- al hampón Edgar Amílcar Acosta Reyes, autodenominado ‘Comandante Rayo’, en un narco-video que se difunde en redes sociales. Es el clásico Buchón que baja de la sierra de Sinaloa a Culiacán calzando huaraches y en semanas usa botas y cinto piteado, sombrero de ala y camisas de seda con estampados de Malverde o la Guadalupana, solo que al ver lo que quedo de Tierra Blanca compra ‘pasaporte’ a Baja California Sur, para acceder a mejores niveles y vestir tejana, pantalón de mezclilla, camisas Versace y lucir cadenas de oro, ‘trocas’ del año, varios celulares, radios Nextel, relojes de marca con correa de piel, o beber Whisky Buchanan’s o Chivas Reagal acompañado de chavas inexpertas y aturdidas por esos lujos, ignorando que el narco-junior vive bien, pero vive poco. Son gatos o mandaderos del jefe y no controlan redes del narcotráfico, pero la impunidad que a cambio de dinero les otorgan corporaciones Federales, Estatales y Municipales, Ministerios Públicos, Jueces y Magistrados, los hace perder el piso y violar códigos que –aunque usted no lo crea-, imponen grandes Carteles a grupos pequeños que les compran droga para revenderla en entidades como Baja California Sur, sin que eso signifique su pertenencia o afiliación a esos enormes negocios de la mafia internacional.
Uno de esos es Edgar Amílcar Acosta Reyes, un Culichi de 33 años, que hace semanas subió a Internet un narco-video identificándose como el ´Comandante Rayo’, tratando de erigirse como el Eliot Ness que llego al Estado para salvarnos del hampa y se atreve a presumir que la media península ‘desde siempre ha pertenecido al Cartel de Sinaloa’, ignorando el esfuerzo de los Sudcalifornianos y gentes de bien llegadas de otras partes del país que se han sumado a la tarea por lograr un desarrollo armónico, que delincuentes como este tratan hoy de arrebatarnos. El supuesto capo, aparece junto a dos de sus gatos vistiendo uniforme de camuflaje, portando armas largas y con el rostro cubierto. Asegura contar con un ’ejercito’ bien estructurado, de gente armada y capacitada, pero en realidad son chavos que tiemblan de miedo y arrojan sus armas al ver cerca unidades de Policía. Expertos en temas de seguridad indican que esa postura es asumida por ‘lideres’ –la Tuta por ejemplo- que ven diezmada su organización, ya con limitado poder económico y sin el apoyo de sus infiltrados en el sector oficial. ‘Déjenos trabajar y todo estará a toda….dre, déjenos trabajar señor Gobernador, y todo estará bien, como hemos estado a la fecha’, dice en el narco-video, como un acto desesperado y no avalado por Dámaso López Núñez, el Licenciado, quien relevo en el mando a su compadre Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
Acosta Reyes, el ‘Comandante Rayo’, quiere infundir miedo, meter jiribilla política, o declarar una tregua unilateral, pero nada debe orillar a las instituciones a pactar con delincuentes, dejar de perseguirlos o permitir que siga la escalada de violencia que por iniciativa de este individuo, inicio en el Municipio de La Paz la noche del 31 de Julio del año pasado. ‘…..Quiero hacerle saber al señor Gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor que no meta las manos en esto, que diga a sus tres niveles de Gobierno que todo esta bajo control, y así va a ser porque estamos peleando nuestra guerra con nuestros recursos, recursos que siempre hemos tenido y que nunca acabaran porque nuestra empresa es grande’. ‘……Estamos listos para atorarle a lo que venga, nuestra guerra no es contra la ciudadanía ni contra el Gobierno mucho menos, sino contra la gente contraria que quiere entrar a hacer de las suyas así como practicar el secuestro, violación, cobro de piso y extorsión’.’……Mi empresa no se dedica a esas cosas, a nosotros déjenos trabajar y todo estará a toda….dre, déjenos trabajar señor Gobernador y todo estará bien, como hemos estado a la fecha, yo le prometo que voy a pelear esta guerra caiga quien caiga y voy a limpiar este lugar de gente rata hija de la chi……’.’…..Yo cuento con buen armamento en San José, Cabo San Lucas, La Paz, Vizcaíno y el Valle, pero todo va a estar bien, no se preocupen gente yo voy a seguir lo mío, mi trabajo, yo estoy aquí para guardar la seguridad de esta área, me pueden encontrar, aquí andamos’.’……Soy el ‘Comandante Rayo’ y espero se sientan mas a gusto con este mensaje que tengo para ustedes y les deseo buena suerte. Gracias por su atención’.
A eso ha llegado Edgar Amílcar Acosta Reyes, el ‘Comandante Rayo’, escudado tras la impunidad y a sabiendas que cualquier intento por llevarlo ante la Justicia será nulificado en instancias de primer nivel pues para eso paga cantidades exorbitantes de dinero. El año pasado fue informado sobre una posible orden de localización y presentación en su contra, tramitando el amparo 670/2014 contra actos del Agente del Ministerio Publico del fuero común investigador de homicidios dolosos zona Sur con base en Cabo San Lucas, ante el Juzgado I de Distrito del Vigesimosexto circuito con sede en La Paz. Un año antes logro que sus empleados en la Dirección General de Seguridad Publica, Policía Preventiva y Transito Municipal, presionaran y obligaran a renunciar a un oficial que se atrevió a detenerlo con 56 envoltorios de cristal en el ejido el Centenario. Llego a pagar a mandos medios de esa corporación, viajes a Puebla y otros Estados para que disfrutaran sus periodos vacacionales, lo que explica porque en ocho meses esa instancia no ha detenido a ningún narco-menudista, pero lo mas grave es la presunción de que su opinión cuenta para la rotación de jefes en los cinco sectores en que esta dividida la ciudad.
Acosta Reyes, el ‘Comandante Rayo’, presuntamente en contubernio con los Agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) Javier Aurelio Parra Mungaray, el Parra, Fernando de Jesús Estrada Martínez, el Mono, otros elementos y algunos de sus jefes, iniciaron la escalada de violencia en el Municipio de La Paz la noche del 31 de Julio del 2014, en un paraje del kilometro 7.5 de la carretera hacia San Juan de los Planes. Se resistió a ser relevado como ‘líder’ del narco-menudeo por Esteban Espinoza Velázquez, el Pantera, hombre de confianza de Dámaso López Núñez, el Licenciado y jefe de sicarios de Dámaso López Serrano, el Mini Lic., los jefes del Cartel de Sinaloa tras la captura de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, el 22 de Febrero del año pasado en Mazatlán, Sinaloa. Ahí murieron otros dos narco-Juniors que escalaban rápidamente niveles de mando, como Alberto Montero Lizárraga, el Betillo y Jorge Enrique Urquiza Portillo, el Moreno o el Ferrari. El ‘Comandante Rayo’, resulto con una herida de bala en el glúteo derecho, con orificio de entrada y salida, siendo detenido y llevado ante el Ministerio Publico investigador especializado en homicidios dolosos zona Sur, quien inicio la averiguación previa LPZ/032/HOM/2014 pero en cuestión de horas fue liberado. Se argumento la promoción de un amparo ante un Juzgado de Distrito en esta capital, pero había evidencias de delitos de delincuencia organizada al resultarle positiva la prueba de Radiosonato de sodio, haber sido capturado en la escena del crimen y tener relación con otros involucrados en la masacre.
Desde el 2012 había datos sobre la probable participación directa o indirectamente de este individuo, en levantones y desaparición de narco-menudistas y ‘lideres’ de esa ilícita actividad, como Félix Beltrán Félix, detenido por Policías Municipales el 15 de Octubre de ese año en la colonia ampliación Mezquitito y entregado a delincuentes; Roberto Romero Espinoza, el 22 de Noviembre del 2012; el ex custodio Víctor Hugo Soto Ortiz, el 10 de Julio; Héctor Manuel Castro Aguilar, el Cleto, el 10 de Septiembre y Omar Cabrera Valencia, el Chino y Luis Eduardo Higuera Peralta, el Gordo, el 11 de enero y 5 de Febrero del 2013, respectivamente. Su nombre y el de José Francisco Ojeda Torres y/o José Fernando Ojeda Montenegro, el Pepillo, salió a relucir de nuevo en Junio del 2013 tras el hallazgo de siete cadáveres en fosas clandestinas de la colonia Tabachines. El ‘Comandante Rayo’, el Pepillo y el ‘Pelón’, tenían una fastuosa residencia como ‘casa de seguridad’ en la colonia Las Garzas, casi frente al Centro de Reinserción Social y a unos metros del Centro Integral de Justicia, que alberga a oficinas de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, Policía Ministerial del Estado, Tribunal Superior de Justicia y Centro de Comunicación, Control y Comando. Las autoridades detuvieron y presentaron como autor de los 7 homicidios al Tijuanense Simón Guillermo Hernández Peña, un ladrón de poca monta al que se ‘enderezo’ la averiguación previa LPZ/027/HOM/2013, por privación ilegal de la libertad, homicidio calificado con alevosía e inhumación clandestina, pero por un caso diferente.
Hernández Peña, con dos cómplices mas y por ordenes del Pepillo y el ‘Comandante Rayo’, intentaron levantar el 28 de Mayo del 2013 en una casa de las calles Rubí y Universidad, colonia Las Américas, al fichado Cristhian Enrique Romero Altamirano, el Quique, pero antes sometieron a Paulette Viridiana Mendoza Lizardi, Arturo Ernesto Gómez Espinoza, el Sonrics, Leidy Isabel Álvarez Amador, Jesús Loreto Chávez Ortega y Roberto Hirales Avilés. El mismo método para levantar y asesinar a Abel Leal González, reportado desaparecido el 1 de Mayo del 2013; Carlos Antonio Cota Cervantes, el 23 de Abril; Ericka Rosales González, la Ericka, el 14 de Marzo; Damaris Karina Márquez Moreno, la Damaris, el 23 de Abril; Jesús Ivan Ramos Jiménez, el 11 de Abril y Juan Javier Medina Corral y Marcos Joel González Robles, el 17 y 16 de Marzo, respectivamente.
Tres personas que habrían identificado e implicado a Edgar Amílcar Acosta Reyes, el ‘Comandante Rayo’ en esos hechos han sido asesinadas, y el resto se auto-desterró antes de correr la misma suerte. Paulette Viridiana Mendoza Lizardi, de 25 años, fue hallada muerta el 22 de Septiembre del 2013 en la playa el Comitan, a 15 metros del mar. Fue golpeada, estrangulada y tenía la cabeza cubierta con una bolsa de plástico. Juan Antonio Herrera Güemez, el Pelón, de 18 años, con domicilio en Colegio Militar e Himno Nacional, colonia Diana Laura, fue acribillado la noche del 16 de Agosto del 2014 cuando caminaba por la calle Carabineros, colonia 3 de Mayo, frente al polideportivo. Sicarios a bordo de un pick up, blanco y un Toyota, Camry, le dieron 13 balazos con una pistola 9 milímetros. Arturo Ernesto Gómez Espinoza, el Sonrics, fue ejecutado con ráfagas de rifle AK-47 el 20 de Diciembre del 2014 en Luis Donaldo Colosio y Guillermo Prieto.
Nada de eso es casualidad, pero curiosamente la capacidad de investigación se extingue cuando sale a relucir el nombre de Edgar Amílcar Acosta Reyes, el ‘Comandante Rayo’, quien ahora presume de un ‘ejercito bien armado, capacitado y disciplinado’, para amenazar a quienes integran nuestras instituciones de Gobierno. Si chucha, de cual fumaste……Bueno, por hoy es todo, nos leemos la próxima, si otra cosa no sucede.