Carta Abierta
– A Los Medios de Comunicación
– A La Opinión Pública:
Ante la cuestionable y objetable declaración que éste fin de semana hicieran ambos Representantes de los Partidos de Izquierda con cede en el Estado de Baja California Sur (Jesús Druk González del PRD y Alberto Rentería Santana de MORENA) en torno a mi persona como Ciudadano, como militante del Frente Nacional Por La Familia y como Suplente de nuestro Presidente Municipal por La Paz Lic. Armando Martínez Vega, me permito poner a consideración de La Opinión Pública “la otra cara de la moneda,” que como en toda historia de la Vida Real, se narra desde una versión distinta y a según del protagonista que la interpreta.
Comienzo pues cuestionando (o mejor dicho poniendo en duda), las verdaderas (o más bien sospechosas) intenciones con las que de manera simultánea (y por demás exagerada) se expresaron ambos “dirigentes” en torno a un servidor, al declarar que les resultaba “sumamente preocupante” la posibilidad de que nuestro Alcalde se llegara a ver ante la indeseable necesidad de solicitar licencia al H. Congreso del Estado de B.C.S. para ausentarse del cargo que actualmente ocupa en el H. XV Ayuntamiento de La Paz “por motivos inherentes a su salud;” ante lo cual me resulta más que evidente que dichos personajes se encuentran mucho más entretenidos “tejiendo” una irrisoria y distorsionada variedad de hipótesis “de lo que podría llegar a suceder,” en lugar de al menos simular que verdaderamente trabajan (porque indudablemente no lo hacen) y se esfuerzan (y de esto mucho menos) por servir a una ciudadanía con un sinfín de necesidades verdaderamente apremiantes (al menos desde su trinchera).
Lo cierto es que no tengo la menor duda de que ambos “intérpretes de la farándula política” no son ni lentos ni perezosos para lanzarse ante la primer oportunidad y asomar la lengua para difamar, mentir y mal informar a la ciudadanía que actualmente los sostiene con sus impuestos a cambio de honestidad y al menos un poco de aptitud para servir; sin embargo es una verdadera lástima que en lugar de lo anterior, nosotros los ciudadanos aún tengamos que auspiciar a funcionarios que sólo se alimentan del engaño y viven de la calumnia, ya sea para mantenerse en su cargo o de ser posible para enriquecerse de éste.
Continúo así Objetando al menos las coincidencias que de mutuo acuerdo (o no) ambos “dirigentes” expresaron en torno a un servidor (que por cierto no vive del erario), al acusarme de ser una persona que “discrimina a cierto sector,” por el simple hecho de serle fiel a mis principios, convicciones y valores, y que además representan una parte fundamental de la Doctrina del Partido Acción Nacional con la cual simpatizo por su espíritu esencialmente Humanista.
Por su parte el Sr. Rentería no reparó en describirme como “un tipo que va en contra de los Derechos Humanos de terceros, y por supuesto de MORENA,” sin tener el más mínimo fundamento, justificación o evidencia jurídica para hacerlo, basándose por el contrario en una opinión meramente personal e ideológica (además de engañosa) que de manera conveniente él y su partido han decidido abanderar. No quedándose atrás el Sr Druk se desbocó presumiendo que en el supuesto caso en que un servidor llegara a tener el honor de servir a la ciudadanía de La Paz, “lo haría a título personal y en desacato a la ley” (palabras más, palabras menos de dicho “intelectual”), rematando de una manera totalmente descarada y sinvergüenza con que un servidor “deberá desprenderse de cualquier sesgo ideológico en caso de ocurrir un cambio de mando,” pasando por alto que son precisamente él y su partido los que verdaderamente se rigen y gobiernan por ocurrencias, ideologías, credos y doctrinas que tanto la historia como la ciencia han evidenciado no sólo como fallidas, sino también como extremadamente nocivas y sumamente tóxicas para el Bienestar Común (Ej. Dictaduras de Cuba y Venezuela por mencionar tan solo algunas).
Señor Druk y Señor Rentería; si me atreví a “quitarles la máscara” de manera publica y abierta, se debe principalmente a que ya estuvo bueno de que sigan engañando a la ciudadanía presentándose como los “Defensores de las minorías, de los pobres, de los oprimidos y los desvalidos,” cuando a todas luces resulta evidente que lo primero que ustedes pretenden hacer es arrebatarle a quienes buscan gobernar no sólo los medios de producción y de generación de empleo para enriquecerse a costa de los que sí trabajan y producen, sino también aquello con lo que se nace, que le da sentido a la vida y que la convierte en un verdadero milagro que no se compra ni con todo el dinero del mundo, aquello que se defiende con la vida misma y con lo que se trasciende de manera individual; y me refiero señores a aquello que defenderé hasta el último aliento y que se llama DIGNIDAD.
Dicho lo anterior me queda más claro que el mismo aire que respiro, que a ustedes ya se les acabaron las iniciativas, las estrategias, los argumentos y los discursos con los que anteriormente seducían y afiliaban fácilmente a los más desvalidos y desprotegidos, por la simple y sencilla razón de que El Pueblo ha comenzado a despertar, ahora está mejor informado, y ya no se dejará engañar con promesas de campaña irracionales, incongruentes e incoherentes que los caracterizan y que lejos de beneficiarlos los afectarían aún más; lo obvio es que ustedes ya se “jugaron casi todas las cartas” sin que alguna de ellas les haya funcionado, quedándose así con una última que de manera muy astuta (debo reconocerlo) han sabido promover como “La Causa en contra de la Discriminación,” y con la cual pretenden someter a la sociedad a una “Ideología de Género” construida en el engaño y sutilmente insertada en nuestras Leyes, en nuestras Instituciones y en nuestras Escuelas, al mismo tiempo que discriminando, procesando y sancionando a la gran mayoría de los mexicanos que aún creemos que la célula fundamental de la sociedad es y seguirá siendo LA FAMILIA.
Procedo a concluir invitándolos a un foro que nos brinde la pauta para abordar éste o cualquier tema que les interese abordar frente a frente, a fondo y de cara a la ciudadanía, la cual merece estar bien informada y sobre todo tener acceso a la verdad.
Sinceramente,
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C. Eduardo De La Mora