El 80 por ciento ocurre en mujeres: IMSS
15 de junio Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez
La prevalencia del maltrato a los adultos mayores de 65 años va del 6 al 10 por ciento, y de ese total el 80 por ciento ocurre en mujeres y 50 por ciento es ocasionado por los hijos, afirmó el geriatra Manuel Gerónimo Lomas López, adscrito al Hospital General de Zona más Medicina Familiar (HGZ/MF) No.1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California Sur.
El especialista señaló que se considera que las cifras son mucho más altas, pues no existen las denuncias, y se detecta solo uno de cada 14 casos.
El doctor Lomas López, señaló que los tipos de maltrato son físico, psicológico, sexual, explotación financiera y por negligencia.
El maltrato puede ocurrir en el entorno familiar, en hospitales, en asilos o en la comunidad, precisó.
Existe más riesgo de maltrato en aquellos pacientes con deterioro físico, con historia de maltrato previo, quienes cohabitan con el agresor y quienes sufren de aislamiento social.
Los factores protectores en los adultos mayores para no padecer de maltrato son el tener un buen estado de salud, vivienda propia, adecuada funcionalidad y el tener una pareja.
Sin embargo, dijo, que la sobrecarga del cuidador es un factor de riesgo para que se produzca maltrato hacia el adulto mayor.
Algunos indicadores de maltrato en el adulto mayor son: Pasividad, retraimiento, resignación, tristeza, agitación, miedo, temor a hablar libremente, esperando que sea el cuidador quien de las respuestas, evita contacto visual, verbal o físico con el cuidador.
El médico geriatra abundó que hay algunos signos clínicos como pérdida de peso, hematomas, deshidratación, escaras, laceraciones, heridas mal cuidadas, que son indicadores de maltrato.
Para finalizar, el especialista recomendó a los adultos mayores que están sufriendo algún tipo de abuso o maltrato, primeramente deben asumir que son víctimas de abuso; buscar apoyo en su entorno inmediato (algún familiar, vecino o amigo); solicitar orientación en un grupo profesional o de apoyo especializado en violencia; buscar orientación con el personal de salud para elaborar un plan de seguridad e identificar factores desencadenantes de violencia.
También es necesario tener a la mano números telefónicos de ayuda (policía y atención médica); pedir apoyo a un vecino para que llame a la policía o algún familiar si notan algún incidente violento y recabar información para realizar una denuncia como en el INAPAM, CEDH, PGR, DIF, entre otras.