Luego de la captura de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, enmedio del relevo de mandos en el sector naval, Tercera Zona Militar, Procuraduría General de la República, Procuraduría General de Justicia del Estado, y Secretaría de Seguridad Pública Estatal, a partir del 31 de julio del 2014 dio comienzo la imparable narcoguerra que ha dejado hasta la fecha 131 personas ejecutadas al estilo del narcotráfico, principalmente en La Paz, Baja California Sur.
Todo empezó la noche del 31 de julio del 2014 en el kilómetro 7.5 carretera La Paz-Los Planes, donde fueron acribillados Jesús Esteban Espinoza “El Pantera”, originario de El Dorado, Sinaloa, Alberto Montero Lizárraga “El Betillo”, de Mazatlán, Sinaloa, y José Enrique Urquiza Portillo “El Ferrari”, de Culiacán, Sinaloa.
Parte de la confrontación y fractura del Cártel de Sinaloa: Dámaso López Núñez “El Licenciado”, y Fausto Isidro Meza Flores, “El Chapo Isidro”, de los Beltrán Leyva.
Y enmedio de la confrontación, las ejecuciones sin cesar, donde la Procuraduría General de la República, al parecer se convirtió en cómplice de la situación al no actuar en consecuencia al tratarse de un problema del crimen organizado, ante la utilización de armas y explosivos de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
De hecho en el último año ha sido obvia la ventaja de la delincuencia organizada en el manejo de mejor armamento y equipos de radio comunicación que utilizan para evadir a las corporaciones policiacas, incluso, han reclutado a elementos de la fuerza pública que, tras haber participado en la primera triple ejecución, lejos de haberlos puesto a disposición del Agente del Ministerio Públic por sospecha de vínculos con el crimen organizado, se les dio de baja y con toda libertad pasaron a formar parte del problema.
Aún así, las autoridades locales han logrado la captura de líderes de células como la Banda de El 28, El grande, integrantes de la banda de La China, y otros que son presuntos responsables de más de cincuenta homicidios en las distintas colonias de La Paz, así como en las comunidades de Los Planes, Los Barriles, Todos Santos, El Pescadero, Chametla y El Centenario.
DEJA NARCOMENUDEO MILLONARIAS GANANCIAS
La interminable narcoguerra tiene una causa: Existen alrededor de 40 mil consumidores de drogas en promedio diario en La Paz, que realizan compras de 120 a 180 pesos diarios, generando una ganancia de casi 140 millones de pesos al mes, sumándole además otros 10 mil consumidores de fines de semana que gastan entre 500 y 700 pesos, con una ganancia adicional de 20 millones de pesos mensuales.
De ahi la razón por la disputa a sangre y fuego de la plaza por la venta de drogas en el municipio de La Paz.
Además de la inseguridad y el crecimiento de adictos a las drogas, por consecuencia se observa un grave aumento en los delitos de robo a casa habitación, asaltos a mano armada, robos a vehículos y a negocios por parte de la mayoría de los drogadictos que cometen este tipo de delitos tan solo para reunir dinero y comprar estupefacientes.
La tarde del pasado miércoles se registró la penúltima ejecución: José Alberto López Chávez, recibió rafága de diez disparos en el cuerpo en su domicilio en el poblado de El Centenario.
Una actividad delictiva altamente rentable y peligrosa que ha costado hasta ahora 131 vidas, entre algunas víctimas inocentes y una decena de lesionados.
Priva aún la incertidumbre, el temor generalizado entre la sociedad ante el problema de inseguridad que se ha generado a causa de la narcoguerra que inicio hace un año. Las familias miran partir a sus hijos todas las mañanas, no saben si van a regresar o no por las noches.