- La reflexión de este lunes.
Alfredo González González.
Leíamos con no poca satisfacción que Norma Sánchez de Monroy titular del DIF municipal. En el área de su competencia ha decidido que todos estos días pasados, impulsar la integración familiar, cuyas metas son valederas toda vez que puede ser el camino para que los padres convivan con sus hijos. Caminatas, carreras, dispositivos para la recreación de los niños son entre otras cosas que se llevaron a cabo en una de las más hermosas vistas que tiene nuestra ciudad capital que es la zona del malecón. Con esto, la señora Norma de Monroy se va integrando sólidamente a los afanes de Nacho su esposo, que su nombre de pila es Francisco. Felicidades.
Por su lado, el edil paceño, no deja de tener contacto con representativos de las colonias populares. En algunos casos ha ido a percatarse del drama que viven los colonos y ha hecho las promesas pertinentes. Lo que se puede y lo que no se puede, pero hablándoles con la verdad y no caer en los extremos de la demagogia que tanto daño ha hecho porque el pueblo prefiere la crudeza de la verdad y no el aparato despreciado por los engaños a que ha sido sometido. Nacho Monroy sabe que uno de los principales objetivos del Político es mantener y fortalecer la credibilidad.
La pregunta que nos hicimos durante los días grandes fue: ¿Nos dimos tiempo para hacer alguna reflexión? Seguramente que en algunos estarán pensando de entrada que tengo el síndrome de la madre Teresa de Calcuta. No, no es por ahí, pero si me doy un poquito de tiempo y a solas, hago una oración un día a la semana, y no me interesa si alguien pregunta en presencia de varias gentes ¿Ya fuiste a San Judas? Es una costumbre arraigada y es quizá el refugio cuando Ángelus de la tarde lenta pero paulatinamente va marcando el final del día y porque he tenido experiencias espirituales que consolidan muchas cosas. Repito, no soy la doncella de Orleans ni Teresita de Calcuta, ni Sor Juana Inés de la Cruz. Soy mal hablado, arisco, pero siempre he manifestado que creo en una ley universal que se nombra de diversas maneras.
Y como cada quien su vida, no tengo porque meterme donde no me llaman, si alguien hizo la oración que bueno, si no la hizo, tendrá su propia forma de darle paz a su mundo espiritual a veces con una reunión rociada de los mejores vinos. Cada quien su vida, ni son meas culpas, eso sí quien critica una forma de ser que pudiera ser positiva, yo creo que trae un costal de muchos kilogramos en las espaldas. Y yo creo que se atienen a que Dios siempre perdona, hasta aquellos que con una lengua de estoque toledano destrocen honras y dignidades.
También tuve la oportunidad de concluir al ver unos trabajos que aparecerán en la próxima revista de Raíces mostrados por nuestro compañero Bernardo R. Maldonado Fiol. No acostumbro a regatear el mérito de los demás, sino al contrario, estimulo el talento aun cuando yo no lo posea. Como dice la expresión española: De casta le viene al galgo, porque conocí en persona y por sus escritos a su abuelo paterno Don Bernardo R. Maldonado colaborador del Eco de California. Llamaba las cosas por su nombre, no evadía, entraba de frente y para él, el pan se llamaba pan y el vino se llamaba vino, me hizo concluir que el periodismo es una ecuación compuesta de información con conclusiones y posibles soluciones pero también con mensajes reflexivos y en estas últimas se ubica la reflexión de Bernardo R. Maldonado Fiol, que no demerita la participación de investigación de José Manuel, del Negrito Silva que hace recordar lo que fácilmente se nos olvida, nada más por citar algunos ejemplos. El estímulo en los ejemplos citados de ninguna manera demerita a la maestra Sofía vaya ni siquiera aquellos que con agilidad envían boletines objetivos que son también parte de este manojo de inquietudes llamada Raíces.