Loreto recibe a Carlos.
El otro candidato fuerte a la gubernatura del Estado decide que su campaña tenga la apertura en Loreto municipio del mismo nombre. Desde el día del hecho a la fecha se han escrito varias cosas lo que haría tedioso a ese segmento si lo estuviéramos repitiendo, sin embargo, voy a trasmitir las experiencias que me tocó vivir precisamente el día en que abrió la campaña en aquel lugar el Lic. Ángel Cesar Mendoza Aramburo. Un día antes pernocté en la casa de Dunchi Green Garayzar para integrarme a la caravana que de ahí partiría a los pueblos del norte de la media península ya que llevaba la representación del magisterio sudcaliforniano. Resulta obvio decir que la expresión simbólica de su hijo Carlos Mendoza Davis por hacerlo en el lugar de donde partiera la cultura hacia la alta y la baja California desde el primer momento que se adentró el tierra Loretana el padre Juan María de Salvatierra hacia octubre de 1697 y que los naturales le llamaban conchó.
Seguramente Carlos pensó en su padre puesto que ahí fue donde contrajo matrimonio con su señora esposa Luz Davis de Mendoza. Me tocó presenciar que en la llegada de Loreto de quien formalizaría su candidatura, el padre Modesto Sánchez quien coincidentemente lo había bautizado en La Paz algunos años antes, echó a repicar las campanas. Esta especie de gratitud Política hacia quienes le dieron vida va expresando también la sana estrategia de no negar su origen: Madre loretana y padre paceño. Doble compromiso para quien ofreció un mejor futuro para la entidad y mayores oportunidades y mejores empleos. Habían transcurrido para entonces 75 años de aquel lejano día del plebiscito donde Agustín Arriola Martínez salió electo gobernador por voto ciudadano y hay que decirlo no demerita en ningún momento lo que gobernantes antecesores habían hecho por la entidad, su más reciente antecesor Félix Agramont Cota, Juan Domínguez Cota, Francisco J. Mujica. El hecho es que se presenta ante el escrutinio de la gente precisamente en el lugar donde habrá de iniciarse la procreación de una familia especialmente sudcaliforniana, con sus avatares, sus sueños, los olvidos por decenas de años. Y hace casi cerca de 45 años sin saber lo que acontecería en el presente, un grupo de soñadores o locos como nos llamaron algunos decidimos formar la caravana de integración Política sudcaliforniana denominada Loreto 70 si menos cabo de las luchas anteriores en busca de nuestra autodeterminación. No extrañe pues, que la revista del mes de marzo tenga un mensaje de respeto y que habla de la simbiosis social que cobija a todos los sudcalifornianos. La gratitud de Carlos hacia sus mayores, en caso de obtener el triunfo, sería la actitud reciproca para sus conciudadanos cumpliendo con sus compromisos.
A cada candidato o gobernante nombrado en nuestra calidad de territorio Federal la gente a veces le acomodó melodías musicales a Don Félix “El ausente”, a Mendoza Aramburo “Puerto de Ilusión”, a Alberto Alvarado Aramburo “Rosalía”, y ahí va cantando el pueblo la canciones de sus símbolos que han buscado al poder para servir. Con un par de excepciones que fueron la decepción del pueblo sudcaliforniano.
Ante todo esto, surgen los más variados razonamientos, unos cuerdos, otros cargados de cizaña para quedar bien con el que creen que le enchilarán la costilla y otros más que ni siquiera proceden porque hay más culturas en aquellas señoras de lavadero en las viejas vecindades del Distrito Federal.
Carlos Mendoza pues en su turno abre con ritmo con pasado. Honra a padre y madre y no hubo mejor escenario que el de un pueblo que por años fue sometida a una apéndice concejil, cuando para empezar diríamos que ahí fue donde se juró la Independencia Nacional, hechos ocurridos muchos años después por las grandes distancias que nos separaban del centro de la República. Esperemos que todo sea para bien.
